Tras cuarenta años de servicio en torres de control de Madrid e Islas Canarias, Cecilia acudió este viernes por última vez al trabajo. El día de su retiro coincidía con el de su cumpleaños pero, sin ningún animo festivo o elegíaco, Cecilia se abocó a su labor como cualquier otro día de su vasta carrera.
Sin embargo, el “control de la controladora” flaqueó cuando sus compañeros de trabajo y su familia se confabularon para hacerle un emotivo obsequio.
La jugada consistió en comunicarla sin aviso con su hijo, quien es piloto comercial y supuestamente se encontraba de vacaciones.
Tras cumplir con las comunicaciones formales con la torre del control, la tripulación de la aeronave pasó el micrófono al hijo de Cecilia, quien procedió a saludarla en esa fecha especial.
Tal como se aprecia en el video, publicado por la cuenta de X Controladores Aéreos, Cecilia intenta en un primer momento mantener la compostura, pese a reconocer que encuentra en una situación de “máxima emoción”. Sin embargo, las palabras de su hijo la hacen romper en llanto.
"Muchísimas felicidades, mamá. Gracias por ser nuestros ojos cuando estamos aquí arriba, sin vuestro trabajo el nuestro no sería posible",dijo.
Pero el momento más emotivo llegó cuando le dio las gracias: "Gracias por todo el esfuerzo que has hecho por mí, por tu infinita paciencia, por tu amor incondicional, incluso cuando no lo merecía. Gracias a eso, hoy estoy aquí”, fueron las palabras del joven.
Finalmente, la emoción de Cecilia se contagió a todos los presentes, quien también dejaron caer alguna lágrima.