Durante la década del 20, Estados Unidos supo gozar de gran prosperidad económica. Los años locos instauraron el sentimiento de que, a través de la tecnología, todo era posible. Para Walt Disney, un joven dibujante, el sueño de éxito estaba cada vez más cerca.
Luego de varias creaciones, -destacándose la del conejo Oswald- casi todos los animadores de su estudio firmaron un contrato con la distribuidora, convirtiéndose en empleados de esta. Walt no aceptó, así perdiendo todos los derechos de Oswald.
Ante la necesidad, creo un nuevo personaje que debutó en su corto animado Steamboat Willie: el ratón Mickey. Disney exprimió recursos como la animación de lo inanimado y el sonido, dándole un lugar primordial a la música y a los efectos sonoros, aportando a la comicidad de la experiencia.
El trayecto del ratón como personaje no tuvo precedentes, pasando por incontables cortos, películas, videojuegos, comics y juguetes, entre otros medios. A pesar de que su caracterización tuvo varios cambios, siempre mantuvo su esencia, convirtiéndose en un ícono intergeneracional de la cultura popular mundial.
En esta edición de Fotogramas, Guillermo Ferrer analiza la vida de Mickey Mouse , a 92 años de la creación de Steamboat Willie.