El pasado domingo fue un día negro para la geografía, o más bien para la vexilología.
En esa jornada, la cantante brasileña Anitta se presentó en los escenarios de Rock in Rio Lisboa, en Portugal. Durante el recital, saludó al público lusitano mientras desplegaba por error una bandera de España, situación que generó risas, confusión y críticas.
Ese mismo día, y unos cuantos kilómetros al este, la legendaria banda metalera Kiss resquebrajaba los parlantes en Viena, Austria. Al cierre del recital, los neoyorquinos se despidieron de su público exhibiendo -también por erro- la enseña de Australia. Al igual que en Portugal, la reacciones estuvieron a la orden del día.
En favor del pobre técnico que lanzó el saludo australiano en la pantalla vienesa, justo es decir que Australia y Austria son países condenados a la confusión por la similitud de sus nombres, entrevero que por estos lados nos toca vivir a menudo con nuestros hermanos paraguayos.