Por Diego Castro

Por fin el carnaval volvió. La espera de un año terminó este jueves cuando poco después de las ocho de la noche la comparsa Valores ganó la principal avenida de Montevideo y se largó el desfile inaugural del carnaval. Papelito y serpentina no faltaron a la fiesta, ni tampoco niños que los repartieran por toda la avenida.

Este año la intendencia decidió que el tradicional desfile por 18 de Julio arrancara una hora antes de lo habitual, pero igualmente el retraso se hizo sentir, porque Valores salió 12 minutos más tarde de lo previsto.

Más temprano, desde las seis de la tarde, quienes salían de trabajar y se preguntaban dónde paraba el ómnibus se confundían con quienes iban a ver el desfile. A esa hora ya estaba todo pronto.

Hasta pocos minutos antes se ultimaban los detalles para que la fiesta fuera completa. El escenario de la plaza Cagancha estaba preparado para recibir los primeros versos de un carnaval que promete, entre otras cosas, mucha crítica y palo político.

Foto: Gastón Britos / FocoUy

Foto: Gastón Britos / FocoUy

Durante el desfile, muchos conjuntos mostraron la hilacha de lo que será su espectáculo 2024. Entre ellos, la gente de Mi Vieja Mula, murga joven llegada al carnaval mayor en 2022, con aires totalmente disruptivos, tanto en sus planteos textuales como escénicos.

Una integrante de ese conjunto se acercó a este cronista ofreciéndole firmar un pacto con el Señor Lucifer a cambio de lo que más deseara. El hecho, nada fortuito, tiene que ver con su espectáculo, llamado “Hagamos un pacto”.

Así, por todo 18 de Julio la murga fue ofreciendo, además de sus versos, contratos para que el público entregara su alma al Diablo.

Mientras tanto, desde la acera norte, Nos Obligan a Salir presentaba a sus dos principales cupleteras, Jimena Márquez y Jimena Vázquez, caracterizadas como Carolina Cosse y María Inés Obaldía.

Dante Fernández / FocoUy

Dante Fernández / FocoUy


Fue extremadamente difícil sacarlas del personaje para una entrevista. “Acá estamos, recontentas, festejando con Caro esta fiesta que hicimos”, dijo Márquez interpretando a Obaldía. “Qué fiestún nos mandamos”, replicó Vázquez en su papel de la intendenta de Montevideo.

La mística del desfile

Muchas veces se ha escuchado en carnaval que el desfile es un trámite, que tal vez no debería hacerse. Pese a ello, todos los componentes, cualquiera sea la categoría, lo toman como el punto de partida hacia la fiesta. Y además tiene mística.

Manuel Abrojo Cadenas salió más de 40 de sus 83 años de vida en carnaval. El año pasado la vuelta de La Nueva Milonga al carnaval lo devolvió a la fiesta. Cadenas había salido en La Nueva en la década del 80 y fue protagonista del único primer premio de la murga del Tito Pastrana, en 1985, con el personaje de El Niño Paisito.

Este jueves, Abrojo volvió a desfilar con ese disfraz, acompañando a la murga. Afirma que tuvo alrededor de 60 desfiles en sus más de 40 años de carnaval. “Antes teníamos desfiles cada 15 días. Por acá [18 de Julio] teníamos dos desfiles”, rememoró el murguista, que ya hace varios años no se sube al tablado.

Foto: Dante Fernández / FocoUy

Foto: Dante Fernández / FocoUy


Claudio Rojo volvió a Uruguay después de vivir cuatro años en España, para salir en La Nueva Milonga. Días antes del desfile había dicho en un ensayo que no podía “ni mirar una murga” mientras estuvo en España. “Esto es hermoso, no sabés lo que se extrañan estas cosas”, dijo Claudio con una sonrisa que no le cabía en el rostro.

Con los años, el desfile se ha ido achicando. En los años dorados del carnaval, allá entre las décadas del 30 y del 50, el evento abarcaba todo 18 de Julio. En la actualidad son apenas siete cuadras de desfile, trayecto que los conjuntos deben recorrer en 35 minutos. Es, para que se hagan una idea, la misma distancia que recorren las scolas do samba en el Sambódromo de Río de Janeiro.

En definitiva, el desfile, que algún iluminado alguna vez quiso sacar del carnaval, sigue siendo referencia para todos los carnavaleros. Amado u odiado, marca el arranque de una fiesta que, desde este viernes, tendrá los versos de todos los carnavaleros en casi todos los barrios de Montevideo.