La obra “Tiempo de piolines” propone un juego escénico de fantasía que se desarrolla a partir del diálogo y la Interacción entre las marionetas de hilos, la titiritera, el músico y el público. 

Una espectadora sube al escenario y se hace cargo de la situación, descubre un universo en miniatura que la transporta en el tiempo, toma los mandos de madera de las marionetas y a la vista de todas y todos las acompaña por el escenario en un juego libre de retablos donde se desarrolla la acción. La titiritera y las marionetas se involucran, conviven, habitan la escena. 

¿Quién anima y quién es animado?, ¿Quién o quiénes crean y generan las historias? 

La obra se desarrolla en varios planos narrativos que van a convivir y que progresivamente se van a ensamblar a partir del mundo de esa mujer “común” que llega al teatro. Casi sin darse cuenta, ella se va involucrando, se va dejando llevar por la magia y la existencia de esos “otros”, de esas marionetas de hilos con las que se encuentra y así todo el ambiente teatral va conspirando para que la historia se despliegue. 

Esta es una historia de amor de marionetas, de Jacinto y Amapola. Pero es también una historia de amor entre lo humano y el objeto, entre las marionetas y quién les da alma y es, sobre todas las cosas, una invitación latente a dejarse llevar por la magia del teatro y la fantasía. 

Instalada la trama, la titiritera se apropia del rol y comienzan a darse situaciones cotidianas que devienen unas de otras y van habitando lugares que, aunque comunes, nos harán reír y no dejarán de sorprendernos y enternecernos, situaciones cargadas de casualidades, encuentros y desencuentros, enredos y desenredos. 

La invitación es entonces a viajar a este mundo hecho de hilos, telas y maderas. A otro tiempo. A un tiempo de piolines que habita un universo sencillo e inocente de títeres y música, de ritmos marcados por la magia del teatro de objetos, donde se ofrece la posibilidad de jugar, animar un mundo, crearlo y hacerlo verdad con solo creerle y dejarse captar.

Este espectáculo, dirigido por Daniel Ovidio Fernández, es el ganador del Florencio infantil en la categoría títeres. Las funciones van del 20 al 22 de setiembre en la Sala Zavala Muniz a las 17:30 horas. Las entradas están a la venta en Tickantel.