“Hay una puerta ahí”, dirigida por los hermanos Facundo y Juan Ponce de León, concursaba por mejor película internacional, pero ya no..
“Hay una puerta ahí”, dirigida por los hermanos Facundo y Juan Ponce de León, concursaba por mejor película internacional, pero ya no.
El pasado 20 de agosto se divulgó la noticia de que la película Hay una puerta ahí, dirigida por los hermanos Facundo y Juan Ponce de León, era candidata al Óscar para la preselección de la categoría mejor largometraje internacional. Sin embargo, Uruguay se bajó de la carrera con la que podría obtener el premio en la ceremonia que se celebrará el próximo marzo.
Según dijo Facundo Ponce de León a La Diaria, la decisión se tomó por el rol que él ocupa en el gobierno: es el director de la Agencia de Cine y Audiovisual (ACAU), que creó la administración de Luis Lacalle Pou.
De este modo, el jerarca dijo que “quedaba raro” que uno de los codirectores fuera quien lidera el ACAU, por ser quien envía las postulaciones para los premios del cine.
Entonces, “para evitar suspicacias”, los Ponce de León decidieron bajar la película de la carrera, y la academia respaldó la decisión. Por eso, la uruguaya no estuvo en la lista de los 85 países que presentaron una película para que sea elegida como la mejor internacional.
Hay una puerta ahí fue seleccionada en agosto por la Asociación de Productores y Realizadores de Cine del Uruguay (Asoprod), la Asociación de Directoras, Directores y Guionistas de Cine y Obras Audiovisuales del Uruguay (DGU), la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) y la Asociación de Críticos de Cine del Uruguay (ACCU) como candidata por Uruguay al premio a mejor largometraje internacional en la edición 97 de los Premios Óscar.
“Estamos muy emocionados por representar a nuestro país en esta instancia tan importante, eso ya es un gran orgullo para nosotros”, indicaron los directores al ser seleccionados.
Según comunicó la productora Mueca Films, en los primeros días de su estreno la respuesta del público uruguayo fue “increíble”, por lo que se llenaron “de gratitud”.
Sobre la película
Hay una persona que inspiró el proyecto de ley que propone regular la eutanasia en Uruguay: el contador Fernando Sureda, quien padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurológica degenerativa sin cura, que va dañando todas las funciones motoras del cuerpo.
En 2019, Sureda inició una campaña para que el sistema político legalizara la eutanasia. Fue, entonces, su planteo el que motivó a que el diputado Ope Pasquet redactara su proyecto de ley, que fue aprobado en la Cámara de Representantes, pero está estancado en la de Senadores.
En medio de ese pedido, de esa búsqueda por la eutanasia, Sureda conoció al médico español Enric Benito, especializado en cuidados paliativos. Tras diálogos vía correo electrónico, chats y videollamadas, el doctor convenció al uruguayo de que para llegar al final de su vida optara por los cuidados paliativos. Y así sucedió.
El vínculo entre Enric Benito, Sureda, su familia y la muerte quedó registrado en Hay una puerta ahí. Dirigido por los hermanos Facundo y Juan Ponce de León, el documental registra charlas entre el médico y su paciente sobre cómo llevar una enfermedad terminal, el rol de los seres queridos, el peso de las ideas y de las creencias, la vida y la aceptación del dolor y la muerte.
En diálogo con En perspectiva, Ponce de León contó cómo, antes de saber que existiría Hay una puerta ahí, el médico comenzó a registrar sus encuentros con el paciente.
“En el primer encuentro que tienen, Enric le pide autorización a Fernando para empezar a grabar, porque él intuía que ese material iba a servir para su carrera docente, para sus alumnos. Lo que va sucediendo es que esa promesa que sostiene la película de la visita de Enric a Uruguay no sucede por la pandemia. Entonces, a mitad de camino, Enric vuelve a preguntarle a Fernando: ¿qué podemos hacer con este material?”, contó el director al programa radial.
Sureda mencionó Mueca Films, la productora de los Ponce de León. Después de su muerte, Enric se contactó con su familia, y decidieron comenzar a forjar los registros en una película.
Salvador Sureda, hijo de Fernando e Inés Aldecoa, cree que “la película ayuda a mucha gente”. “Después de ver la película, uno queda distinto, y sirve: es lindo”, dijo.
Por su parte, Aldecoa contó que nunca había pensado que ese momento se transformara en una película. “Nunca lo pensé. Yo vivía el día a día con Fernando, cuidándolo, ayudándolo, no lo pensé, pero yo los conocía de las cosas que habían hecho [a Mueca Films], y estaba encantada de que tuvieran el material”, contó. Tanto Salvador como Inés son parte de la película.
%%NNotComUsrRegNick%%
%%NNotComFechaHora%%
%%NNotComTexto%%