¿Ponerle nafta a un auto eléctrico? Demasiado loco para ser cierto

Allá por 1948, el excéntrico empresario estadounidense Preston Tucker lanzó al mercado su Torpedo, un automóvil de formas atípicas para la época y que incorporaba innovaciones y curiosidades técnicas. Una de ellas era la adopción —importada de Europa— del motor trasero.

En la campaña publicitaria de su vehículo —que fue un fracaso comercial, pero esa es otra historia— se veía a un botones de hotel quedarse con la boca abierta al abrir la portezuela posterior del auto: donde él esperaba encontrar el equipaje de los huéspedes, estaba el motor.

Esta disposición del motor, nada común en las marcas estadounidenses, generó algunas bromas y leyendas urbanas. Según es fama, no faltó algún cliente que se presentó ante el vendedor para reclamar que le había entregado un coche sin motor... a pesar de que había llegado manejando hasta la oficina para presentar la queja.

En la década pasada, el avance de los automóviles eléctricos generó anécdotas similares: se viralizaron videos de personas que se presentaban en estaciones de servicio y se devanaban los sesos intentando averiguar por dónde se le ponía la gasolina al auto.

En las últimas horas, un video que recoge una escena de esa clase se hizo viral. En el registro, dos mujeres sospechosamente despistadas intentan colocar combustible a un Tesla modelo 3. El autor de la filmación intenta ayudarlas, y lo hace de una manera que también abona la teoría de que todo se trata de una actuación.

Recogido por la web especializada Inside EVs, el video se viralizó en las últimas horas. Tras debatir en foros varios, la mayoría de los internautas no tuvo dificultad en notar que se trataba de una puesta en escena. Sin embargo, lo consideraron lo bastante divertido como para hacerlo circular ente sus amistades.