FYIADV
Cada día viajamos más. Y cuanto más viajamos, más entendemos lo compleja que se ha puesto la industria de los viajes, especialmente en lo referente a la compra de un pasaje aéreo. O sea, en realidad, ¡cada vez entendemos menos!
La tendencia —impulsada inicialmente por las aerolíneas low cost—de “desarmar” las tarifas, de generar pasajes que solo incluyen el traslado entre dos ciudades y cobrar por todo el resto de los servicios vino para quedarse. Equipaje a bordo, equipaje en bodega, comida a bordo, selección de asientos, por mencionar algunos de ellos. Esta tendencia derivó en que la comparación de vuelos se haya vuelto algo más engorrosa y que al momento de comprar debamos estar atentos a más variables de lo que estábamos acostumbrados. Y ahí aparece el rol del agente de viajes y su experiencia/conocimiento.
Uno de los servicios que suele generar más polémica es el de la selección de asientos. “Yo ya compré un asiento, ¿cómo me van a cobrar de nuevo por el asiento? Al final es como ir a un restaurante y que me cobren por la silla, el plato o los cubiertos”. Esta es una frase que se escucha cada vez con más frecuencia. En principio suena razonable, ¿no?
Bueno, “así está el mundo amigos”. Pero si lo pensamos bien —como sucede en el cine o en un estadio para un concierto o partido de fútbol—no todos los asientos en un avión son iguales, no todos brindan las mismas prestaciones, pese a que el avión definitivamente ofrece “el mismo servicio a todos”, o sea el traslado entre el punto A y el punto B. Ahora, cuanto más lejos esté A de B—cuánto más dure el vuelo—más crítica se vuelve la selección de asiento para garantizar una buena experiencia de viaje. ¿Cuáles son las variables en juego? Espacio para las piernas, entretenimiento con pantalla a bordo o no, proximidad con las puertas de salida (o del baño), o hasta si la butaca se reclina o no; algunos de los diferenciales que cada vez más presentan las aerolíneas.
Por supuesto: no todos conocemos las prestaciones de un Airbus 320, de un Boeing 787. Incluso, el hecho de haber viajado en uno de estos aviones no nos da información sobre el mismo avión operado por otra aerolínea, pues ahí entra en juego lo que en la industria se conoce como “configuración”. Esto es, ¿qué distancia entre asientos solicitó la compañía al constructor? ¿Cuál es el tamaño del “pitch” o espacio entre asiento y asiento? ¿Esa ventanilla justo está sobre el ala y me quedo sin ver nada? ¿Qué asientos tienen pantalla? Pregunta no menor esta última cuando viajamos con niños, cuando un vuelo es largo, o es diurno y el plan no es dormir todo lo que se pueda. Como si todo esto fuera poco, ¡no todos los días las aerolíneas operan una misma ruta con el mismo avión!
Bueno, si bien esto es parte del rol del asesor de viajes y de su valor agregado, desde TocTocViajes les vamos a compartir un “TipToc”. Quizás no todos conozcan la existencia de una aplicación que aporta mucha luz a este asunto: Seatguru, ubicable en la siguiente dirección https://www.seatguru.com/findseatmap/findseatmap.php
En esta aplicación web podrán—cargando la aerolínea, el día y el número de vuelo— acceder al mapa de asientos y comentarios sobre la calidad de cada uno de ellos. “Este es malo porque está cerca de los baños”, “este otro porque no reclina”, “este es bueno porque te sirven primero la comida” o “cuidado con este, es fila de emergencia, tenés más espacio para los pies, pero el asiento no reclina por motivos de seguridad”.
Eso sí, para comprar los pasajes, ¡los esperamos por toctocviajes.com!
Fuente: TocTocViajes.