El Vaticano se pronunció el pasado jueves sobre la veneración de una imagen de la Virgen María perteneciente a una supuesta vidente
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, organismo vaticano responsable de las directrices de la fe católica, negó la veracidad de supuestos hechos sobrenaturales relacionados con una estatua de la Virgen María ubicada en Italia.
Tal como informáramos, la escultura a la que los creyentes atribuyen lágrimas de sangre reunió a multitudes de católicos a orillas del lago Bracciano, en Trevignano. Las reuniones se realizaban mensualmente, siempre el tercer día del mes.
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe reconoció la “validez jurídica” de un decreto emitido el 6 de marzo, en el que el obispo de Civita Castellana, Marco Salvi, menciona la ausencia de “sobrenaturalidad” relacionada con la famosa estatua.
Los religiosos solicitaron, en la ocasión, que los fieles no participen en las reuniones para venerar la escultura, que pertenece a Gisella Cardia, autoproclamada vidente.
Según la agencia de noticias ANSA, la mujer afirma que la estatua en cuestión llora lágrimas de sangre y que la Virgen María hace apariciones y dice mensajes de esperanza. Entre los supuestos “milagros” mencionados por Cardia está la multiplicación de pizzas y ñoquis en las cenas que organiza.
“Que la Santísima Virgen María, madre de Jesús y de la Iglesia, restablezca la paz y la serenidad, en vista del bienestar espiritual de los fieles de la parroquia de Trevignano Romano y de toda la diócesis de Civita Castellana”, afirmó el Dicasterio para la Doctrina de Fe, de acuerdo con el informe de ANSA.
La fuente destaca que el “vidente”, que afirma haber comprado la estatua en el pueblo bosnio de Medjugorje, donde los católicos también cuentan apariciones de Nuestra Señora, ya ha sido condenado por la quiebra de una empresa de cerámica.