Después de varios días ventosos desde que empezó el 2024, este lunes parecía realmente verano. El mar estaba verde azulado, la arena quemaba los pies, el viento era caliente. Tampoco faltó el tránsito, que para Punta del Este y alrededores —una ciudad que en invierno es más bien solitaria— parece desmedido: filas de autos, bocinas y vehículos acumulados cerca de la playa. Pero también había gente: grandes, chicos, jóvenes. Con y sin sombrilla, con protector y bronceador, con tragos, con agua, con juguetes de plástico.
Desde hace varias horas que en la playa Montoya, de La Barra, empezó la actividad. Los primeros en llegar fueron surfistas que arribaron a eso de las 6:30 y se tiraron al mar, a buscar la ola, a conocerla. Este lunes 9 de enero, después de cambios en el cronograma y a la espera de buenas condiciones climáticas y de una ola favorable, marcó un hito para el surf en el país: volvió a realizarse un torneo internacional tras 12 años, la Copa Toyota Río de la Plata.
Tal es así que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se hizo presente. El mandatario, descalzo y descontracturado, se rencontró con viejos conocidos y, como es costumbre, se sacó muchas selfies, al tiempo que observó la competencia.
Para quienes siguen el deporte, para quienes lo practican, este suceso es trascendente. Primero porque vuelven las competencias internacionales (en Uruguay se realizan a nivel local). Segundo, porque marca una profesionalización del deporte. El gran motor de que en Punta del Este se vuelva a hacer un evento de esta magnitud —internacional, con surfistas invitados, con infraestructura— fue Lucas Madrid, un reconocido surfista local.
Madrid, organizador y competidor en el torneo, dijo a Montevideo Portal que “la idea surgió hace unos años por la inquietud”. Para el surfista, competir es “algo fundamental” para “la motivación”. “Venía pasando mucho en Uruguay sin un evento internacional; las nuevas generaciones se empezaron a desmotivar”, dijo. Entonces, realizar una copa de niel internacional surgió para “intentar hacer algo para devolverle al surf y que el deporte siga creciendo”.
Y, además, para los surfistas uruguayos implica “la posibilidad de demostrar su surf en casa, que pasa muy poco”. Por eso, para Madrid la presencia del presidente “es como cerrar el campeonato con un broche de oro”.
Uruguay vs. Argentina
Para participar en la Copa Toyota Río de la Plata había que recibir una invitación, por eso es un evento invitacional. De este modo, se convocó a deportistas de Uruguay y de Argentina —ocho mujeres y dieciséis hombres—, que además de competir individualmente también compiten defendiendo a su país. Esa rivalidad que, por lo general, es más popular en el fútbol, se traslada al mar.
Lucía Indurain, una de las representantes argentinas, consideró en el evento de lanzamiento que esta modalidad hace que la competencia sea “más recreacional y divertida”.
Las mujeres se repartieron en cuatro heats —tiempo en el que los surfistas compiten—. Allí gana quien demuestre mayor nivel. Los hombres participaron en ocho tandas. Cada batería era, como dijo el surfista puntaesteño Sebastián Olarte a Montevideo Portal, “de vida o muerte”, ya que perder una instancia implicaba dejar de participar en la competencia. Para avanzar y llegar a la final, no se podía perder.
De ocho fueron cuatro mujeres, y de cuatro, dos. Solo las argentinas lograron avanzar a otras instancias. La campeona fue Vera Jarisz; la vicecampeona, Victoria Muñoz Larreta; y el tercer puesto fue de Catalina Mercere y Lucía Indurain.
Jarisz superó a Muñoz Larreta por 10,33 a 9,07. Fue un encuentro parejo.
Las ganadoras recibieron sus galardones con su bandera: la argentina. Se la repartieron, la estiraron y se abrazaron. Para muchas, era la primera vez que visitaban Punta del Este y Uruguay. Llegaron días antes para conocer la ola, que los primeros días, según contó Jarisz a Montevideo Portal, estaban “difíciles”.
Los hombres, que eran el doble de las mujeres, cerraron la jornada. El uruguayo y local, Sebastián Olarte, se enfrentó al argentino Nacho Gudsen, que lo derrotó. Ambos fueron ovacionados por un público atento, que en plena temporada estaba en la playa de pie, observando la competencia y sus maniobras aéreas, con las que daban vueltas en el aire.
De acuerdo con la organización del evento, al comenzar Gundensen tomó “la mejor ola del campeonato”, que le valió 8,33 puntos. Después de obtener puntajes más bajos, el surfista logró una ola de 7,83 que lo posicionó como campeón. Por su parte, Olarte sumó un total de 13,17.
Uruguay compitió de azul, Argentina, de blanco.
El tercer puesto de hombres fue para el uruguayo Matías Nóbrega y el argentino Joaquín Muñoz Larreta, hermano de la vicecampeona de mujeres.
En la competencia por equipos, Argentina logró 8.714 puntos, mientras que Uruguay 7.280.
En tanto, en la batería tag-team, una especie de posta surfista, ganaron los deportistas argentinos, con 32 puntos mientras que Uruguay obtuvo 21.
En tanto, en la expression session, una batería en la que el deportista que tomara la mejor ola se podía ganar un pasaje de avión, ganaron dos uruguayos: Marcela Machado y Santiago Medeiro.
Locales y de allá
Para Olarte, competir en la playa Montoya “es divino”. “Tenés el apoyo de la gente, que te motiva; están tus familiares, tu gente querida. Nosotros competimos desde hace mucho tiempo y eso nos da esa alegría de que se arme un evento de esta magnitud en casa”, expresó el surfista.
La Copa Toyota Río de la Plata fue declarada de interés por el Ministerio de Turismo, también fue apoyada por la Intendencia de Maldonado (IDM).
El director de Turismo de la Intendencia de Maldonado (IDM), Martín Laventure, alentó la propuesta de Madrid de llevar a cabo la competencia. “Tenemos que estar del lado de los que se animan a hacer cosas”, señaló. El jerarca departamental dijo que “Punta del Este y el surf están insolublemente ligados; el turismo y el deporte también”.
Madrid, por su parte, consideró importante que Punta del Este se pueda mostrar al mundo “como un lugar con olas, un lugar turístico del surf”.
Esta instancia, por ejemplo, trajo a los argentinos a Uruguay. La ganadora, Vera Jarisz, conoció el mar uruguayo este 4 de enero. En tanto, el ganador, Nacho Gundsten, dijo que nunca había surfeado en Montoya, sino en la playa Brava cuando era chico. Con este evento cruzaron nuevas fronteras y se reencontraron con viejos amigos uruguayos.
Por y para surfistas
“[Al principio] estaba complicado, me costó un poco. Hoy fue el mejor día, por suerte estuvieron esperando”, expresó Jarisz. Para la argentina, el hecho de que Madrid haya sido el organizador “estuvo bueno” porque “está un poco” de su lado, el de los surfistas.
“Muchas veces, a los torneos los largan un día en el que no hay olas, pasa bastante eso. A veces lo hacen más por marketing que por el deporte en sí. Lo bueno de esto es que acá hay marketing, pero al ser Luki [Madrid] un surfista, creo que eso nos benefició un montón”, expresó.
Es que la unión se notó. Deportistas de la talla de Luisma Iturria ayudaban a los organizadores, buscaban las medallas, estaban atentos. Al terminar cada heat, los competidores se abrazaban, se felicitaban, a pesar de estar compitiendo. A la entrega de premios asistieron todos, aplaudieron, estuvieron. Como dijo el argentino Lele Usuna, dos veces campeón mundial de surf ISA y atleta olímpico en el debut del deporte en Tokio 2020: Uruguay y Argentina “son hermanos de sal”.