Por The New York Times | Nora Walsh
Meses después de que inició la pandemia, Jess Romano se mudó de California a Croacia y se convirtió en la tercera persona en recibir la visa de “nómada digital” de ese país cuando se lanzó en 2021. “Cuando trabajaba en la oficina, mi tiempo libre —y todavía más importante—, mi flexibilidad en torno a dónde, cuándo y cómo podía trabajar era limitada”, comentó. “Ahora, puedo pasar meses o años viviendo y explorando nuevos lugares al mismo tiempo que trabajo en un horario de tiempo completo”.
Ahora que los casos de COVID-19 han disminuido y se están restableciendo los patrones laborales, muchas empresas reconocen los cambios abruptos en el lugar de trabajo y les dan a sus empleados una mayor flexibilidad sobre el lugar donde trabajan a corto y largo plazo.
Kayak, el motor de búsqueda de viajes, incorporó el trabajo a distancia al inicio de la pandemia y dejó que su personal se ubicara donde fuera que la empresa tuviera una entidad legal, es decir 25 países en todo el mundo… y contando. “Si tenemos una entidad legal en algún lado, podemos crear una nómina, pagar impuestos y ofrecer atención médica. Tan solo deben tener la visa adecuada para trabajar ahí”, señaló Steve Hafner, cofundador y director ejecutivo.
“Siempre solíamos competir por talento a partir de lo increíble que era trabajar en nuestras oficinas”, recordó. “Ahora competimos en una dimensión completamente distinta: la flexibilidad”.
Empresas como Spotify, Twitter y Airbnb también adoptaron políticas para trabajar desde donde sea. En un informe divulgado en junio 2021, Gartner, Inc., una empresa consultora y de investigación tecnológica con sede en Stamford, Connecticut, encontró que para finales de 2021 se espera que el 51 por ciento de los que llama trabajadores intelectuales lo hagan a distancia, más del doble de la cantidad de 2019.
Ahora que los trabajadores a distancia inundan el mercado, los gobiernos, las empresas de viajes, las marcas de hoteles y los emprendedores responden con mecanismos innovadores para localizar a profesionales independientes que hagan del mundo su hogar. A continuación, una guía de las novedades en el mundo del trabajo desde donde sea.
Visas para trabajar a distancia
Más de 20 países en todo el mundo ofrecen visas especializadas que les permiten a los extranjeros vivir y trabajar a distancia dentro de sus fronteras, entre ellas naciones europeas como Portugal, Noruega, Georgia y Malta. España trabaja en una Ley de Startups (empresas emergentes) que espera aprobación para finales de año, la cual facilitaría más la reubicación de los profesionales y sus familias allá. La propuesta de ley plantea visas de 12 meses para trabajadores remotos con la opción para solicitar un permiso de residencia de tres años que es renovable condicionalmente para otros dos años.
En Latinoamérica, Brasil fue el primer país sudamericano en ofrecer una visa de trabajo a distancia en septiembre de 2021. Cuando los solicitantes piden la visa para nómadas digitales por un año (la cual se puede renovar para más periodos), deben proporcionar prueba de una fuente de ingreso fuera de Brasil, tener cobertura de atención médica y ganar al menos 1500 dólares al mes o tener 18.000 dólares en el banco. Los consulados brasileños en el extranjero han otorgado 197 visas para nómadas digitales a ciudadanos de más de 15 países distintos, entre ellos Estados Unidos, Alemania y Colombia.
Este agosto, Costa Rica, un sitio popular entre los estadounidenses para tomar vacaciones, aprobó la ley de una nueva visa para nómadas digitales y ha recibido 27 solicitudes. “Calculamos que cada trabajador remoto que se queda a trabajar en Costa Rica generará 46.400 dólares por año para el país, lo cual contribuirá a los ingresos de la industria turística y a una mayor cantidad de empleos para los costarricenses”, comentó Carolina Trejos, directora de mercadotecnia de la oficina de turismo de Costa Rica Las empresas sacan provecho
Como parte de su nuevo programa Live and Work Anywhere, Airbnb se está asociando con 20 destinos en todo el mundo para crear centros digitales personalizados con información de requisitos de visado, políticas tributarias y una lista extensa de los mejores alojamientos para estancias a largo plazo. Ya comenzaron a funcionar en Buenos Aires; la región alpina austriaca de Salzkammergut; Tampa Bay, Florida; Tulsa, Oklahoma; y el Caribe, pero vendrán más este año, entre ellos Tailandia, Ciudad del Cabo y la región Friuli Venecia Julia en Italia.
“El mundo se está moviendo hacia el trabajo a distancia”, opinó Brian Chesky, cofundador y director ejecutivo de Airbnb, en un correo electrónico a sus empleados. “La solución correcta debería ser una combinación de lo mejor del mundo digital y lo mejor del mundo físico”. En la actualidad, los empleados de Airbnb pueden vivir y trabajar en más de 170 países durante un periodo máximo de 90 días al año en cada lugar.
Airbnb anunció que, hasta el segundo trimestre de 2022, las estancias a largo plazo (28 días o más) habían aumentado casi un 25 por ciento desde 2021 y casi un 90 por ciento desde 2019.
Sojrn, una marca de viajes que comenzó el año pasado, ofrece programas de aprendizaje práctico de un mes de duración para trabajadores remotos en todo el mundo (desde 3199 dólares por cuatro semanas). “Es como si el trabajo desde casa se mezclara con estudiar en el extranjero, pero para adultos”, opinó la fundadora Tara Cappel. “Buscamos lugares geniales para las estadías, con espacios de trabajo con conexión wifi y experiencias inmersivas centradas en torno a un tema educativo, lo cual le añade un elemento de propósito al viaje”. Los destinos más vendidos son español en Medellín y vino en la Toscana.
Yaroslav Prygara, un emprendedor ucraniano, fundó Remo en agosto pasado como una solución creativa para la creciente necesidad de los hoteles por tener espacios de trabajo que puedan usar los huéspedes durante estadías a corto y largo plazo. “No me sorprendería que en la siguiente década más gente trabajara a distancia que desde la oficina”, comentó.
Remo produce cubos prefabricados de vidrio de espejo que tienen espacios de trabajo equipados con internet de alta velocidad confiable, muebles de oficina ergonómicos, controles de temperatura y terrazas. Los cubos modulares están diseñados para aprovechar los lugares que se utilizan poco en los exteriores de un hotel. Las marcas de hoteles redoblan esfuerzos
Los hoteles que participaron en los espacios compartidos de oficina están viendo los beneficios de sus inversiones debido a que hay una fuerza laboral en el mundo que se resiste a los trabajos tradicionales de oficina con horarios de nueve de la mañana a cinco de la tarde.
En 2019, Accor creó Wojo, una marca de espacios de trabajo flexibles y compartidos, en todos sus hoteles de categoría económica, mediana y de lujo. “Accor fue una pionera y vio cómo se estaba dando este movimiento”, comentó Markus Keller, director de ventas y distribución de la empresa. En la actualidad, la compañía tiene 400 instalaciones de Wojo en hoteles de Europa y Latinoamérica. Una iniciativa para abrir instalaciones en África subsahariana está en desarrollo.
Los espacios de Wojo van desde escritorios compartidos hasta salones de juntas y oficinas cerradas, todos los cuales se pueden reservar por hora, medio día o un día entero a través del sitio web o la aplicación (a partir de 30 dólares por día por escritorio compartido). También hay contratos disponibles a largo plazo: los escritorios compartidos están en oferta a partir de 300 dólares al mes y las oficinas privadas desde 500 dólares por persona al mes. Hace poco, Crowne Plaza, una marca de gama alta de IHG Hotels & Resorts, divulgó un documento oficial sobre “viajes mezclados” que indica que el 80 por ciento de los viajeros planea agregar días de esparcimiento a sus próximos viajes de negocios, así como capitalizar la oportunidad de trabajar desde donde sea.
Las propiedades de Crowne Plaza han sido sometidas a renovaciones significativas para crear habitaciones flexibles WorkLife (con tarifas desde 180 dólares) y espacios públicos donde los huéspedes puedan trabajar con comodidad. Su nueva marca, Atwell Suites (con tarifas desde unos 215 dólares), atiende estancias a largo plazo con áreas de trabajo que tienen mesas altas, sillas de oficina y opciones para tener conferencias virtuales en cualquier momento. También hay zonas de trabajo compartidas y pequeñas salas de juntas en áreas comunes.
“Esta nueva generación de trabajadores a distancia tiene la flexibilidad de viajar cualquier día de la semana, todos los meses del año, no solo en fines de semana y días festivos importantes. Como resultado, hay estancias más largas y viajes entre semanas”, comentó Lisa Checchio, directora de mercadotecnia en Wyndham Hotels & Resorts. Para adaptarse a la demanda, este año Wyndham está lanzando una marca económica para estancias largas en Estados Unidos con una cartera inicial de 72 hoteles. La empresa también amplia su colección Wyndham Residences para estancias largas en Europa, el Medio Oriente y África (las tarifas de las suites empiezan en 63 dólares por noche más impuestos).
Herramientas tecnológicas
Los empleados a distancia interesados en vivir y trabajar desde el extranjero pueden recurrir a una serie de nuevos recursos digitales. En junio, Rowena Hennigan, una reconocida experta a nivel mundial en el trabajo remoto radicada en España, lanzó un curso en LinkedIn Learning llamado Becoming a Digital Nomad (cuesta 24,99 dólares o es gratuito para suscriptores de LinkedIn Learning). La guía para principiantes tiene una duración de 27 minutos y cubre los pros y los contras de un estilo de vida con trabajo a distancia y viajes, al igual que otros detalles importantes: cómo tramitar visas, cómo acceder a la comunidad y mecanismos para disminuir tu huella de carbono mientras viajas.
Hennigan es asesora de la empresa emergente Boundless Life, la cual se especializa en viajes familiares con trabajo a distancia, para lo cual ofrece casas amuebladas, programas educativos para niños y espacios de trabajo compartido en Portugal, Grecia y, a partir de enero, Italia.
La empresa emergente italiana Nomads Embassy planea lanzar una plataforma de visas nómadas digitales a finales de año que conecta a los candidatos a una visa con abogados migratorios (los servicios legales van de 600 a 3500 dólares, según el despacho). En la plataforma, los trabajadores a distancia podrán cargar en línea los documentos que les solicitan, comunicarse con los abogados y rastrear el estatus de su visa en tiempo real.
“El proceso de solicitud suele tomar de 10 a 28 días, pero, ahora que estamos probando la plataforma, vemos que ese tiempo se reduce a menos de una semana”, comentó Brittany Loeffler, fundadora de la empresa junto con su pareja Jacopo Gomarasca. El sitio web, que registra la visita de unos 20.000 particulares al mes y ha percibido un aumento del 20 por ciento al mes en el tráfico, se actualiza a diario con los requisitos, las tarifas y los procesos del visado para nómadas digitales de cada país. Una foto actualizada de Jess Rommano, quien se mudó de California a Croacia, en Jelsa, en la isla de Hvar, Croacia. (Sara Granic/The New York Times) Marquita Harris, una periodista que participó en la iniciativa Live Anywhere de Airbnb el año pasado, en Grand Rapids, Míchigan, el 5 de octubre de 2022. (Taylor Ballek/The New York Times)