La ópera prima de los uruguayos Martín Barrenechea y Nicolás Branca “9”, fue coproducida entre Uruguay y Argentina. Cuenta la historia de Christian Arias, un jugador de la selección uruguaya que se proyecta como una gran figura del fútbol mundial, pero que ante el acoso mediático y la presión de su entorno, busca escapar del mundo sofocante que lo rodea.
Un drama con momentos opresivos, también un coming of age. Para los directores, “9” trata sobre la libertad, las expectativas y la valentía. Busca interpelar al hincha, cuestionarlo.
Es la segunda vez que los realizadores trabajan juntos. Ya lo habían hecho en 2009, en la ficción de cincuenta minutos “Amor Robot”, dirigida por Branca.
Según comentaron a Montevideo Portal, “9” es una película que utiliza al mundo del fútbol para hablar sobre conflictos humanos como la relación entre un padre y un hijo. “Un padre muy controlador, frustrado, con muchas expectativas de que esa frustración se vea redimida por su hijo; y un hijo que es presa de ese vínculo y que está haciendo algo que realmente no sabe si le gusta pero que está en el epicentro de muchos intereses”, relató Branca.
Los orígenes
El disparador de este proyecto fue un episodio deportivo que probablemente recordemos muchos: la inolvidable mordida de Suárez en el mundial de Río de Janeiro en 2014. En el partido entre Italia y Uruguay, el jugador de la selección uruguaya, Luis Suarez, mordió al italiano, Giorgio Chiellini. El entonces futbolista del Barcelona, fue sancionado y expulsado de Brasil, motivo por el que se instaló en Uruguay. “Hasta el presidente lo recibió, fue todo una locura”, recordó Barrenechea.
“Ya sabemos cómo funcionan los medios, lo interesante era ver cómo funciona del otro lado, cómo ve esa persona a todo el mundo que lo presiona”, señaló. No obstante, aclaró que la película no se trata de Suárez, sólo fue el punto de partida. “Hay un episodio similar que se cuenta con datos que no se muestran y eso lleva al devenir de la película”, agregó.
En cuanto a influencias cinematográficas, Branca dijo que “9” no tiene una referencia “a nivel formal”. “Surgió de un trabajo en equipo, y es una de las cosas que más me gusta del film”, valoró.
Sin embargo, habló de la película “Somewhere” de la directora estadounidense, Sofia Coppola, y sostuvo que fue tomada “un poco” como referencia por el juego entre lo público y lo privado. Otro de los realizadores mencionados fue Gus Van Sant, particularmente dos de sus películas: “Last days”, sobre los últimos días de Kurt Cobain y “Elephant” que habla sobre la masacre de Columbine.
A su vez, ambos comentaron que encontraron en el tenis “una inspiración”: el libro autobiográfico “Open”, del tenista Andre Agassi.
No es otra película deportiva
De acuerdo con los directores, “9” es una película que “utiliza al fútbol como el marco”. “Nosotros no la sentimos como una película estrictamente de fútbol. El fútbol es el ámbito en el que ocurre y lo usamos para mostrar algunas cosas que están pasando en la sociedad y en los vínculos entre las personas”, explicaron y coincidieron en que “no es una película deportiva”.
Según contaron, el protagonista busca un lugar de identidad. Vive en un barrio privado, en una casa muy ostentosa, sin alma. “Esa soledad de la fama, de qué tipo de vinculo genera la fama, el dinero, un vínculo que muchas veces se ve atravesado por el interés”, continuaron.
Por otro lado, mencionaron que también hay una historia de amor que funciona como algo “muy esclarecedor” para el personaje, lo interpela. “Él encuentra en ese vínculo un mundo que empieza a cuestionarse, ese es el pequeño despertar del protagonista”, concluyeron.
Asimismo, Branca se refirió a la composición del protagonista e indicó que tiene varias fuentes. “A nosotros nos interesaba investigar sobre el vínculo entre padres e hijos cuando los padres son entrenadores en el mundo del deporte elite”, agregó.
“El protagonista empieza a hacer todo lo que el estereotipo del periodista deportivo dice que un jugador no tiene que hacer. Entonces vos descubrís que capaz es lo mejor que puede hacer en esa situación”, afirmó Branca. “Capaz que no es tan grave, que es un lugar de goce y deseo”, añadió Barrenechea.
El director de “Amor Robot”, opinó que “el fútbol es un espacio de cosas maravillosas, pero también es un espacio donde está permitida la violencia, tanto simbólica como física”.
Los realizadores explicaron que el plano de arriba fue “el fiel de la balanza”: “una vez que logramos ese plano, nosotros queríamos llegar a una satisfacción similar con todos los planos que hicimos después, y logramos planos mejores. Ese plano tiene que ver con lo que queda afuera, juega de lo que está entre el adentro y el afuera”.
“Hay muchos registros. Es una película que tiene una parte muy formal, opresiva y después hay partes muy luminosas; la cámara en mano, cosas más frescas y muy dinámicas”, comentó Branca y agregó que es una película que desde lo visual construye un relato: “El lugar donde se pone la cámara, las cosas que quedan dentro, las cosas que quedan fuera. Se trabajó mucho para lograr un estilo que creo que es bastante particular”.
La película fue exhibida en festivales nacionales e internacionales, incluyendo la trigésima sexta edición del Festival de Mar del Plata, donde también fue galardonada por la crítica especializada a Mejor Película Latinoamericana.
Respecto a la recepción, los directores contaron que su primera experiencia con público fue en el Festival de Huelva, en España, donde también ganaron el premio a Mejor Dirección. “Solamente la habíamos visto muy pocos y era una película uruguaya en otro país…la recepción nos sorprendió. Gente que a la que le interesa el fútbol, pero también mucha gente a la que no le interesa para nada, pero que encontró en la película una conexión, una identificación”, espetó Branca.
Entre risas, Barrenechea comentó que las reacciones de la gente ante el largometraje “te descolocan un poco”. “Hemos encontrado que la gente se ríe y a nosotros nos llena de desconcierto, no sabemos si está bien o está mal”, agregó Branca.
A futuro, indicaron que tienen dos proyectos en marcha: una película de terror y otra vinculada al mundo del espectáculo.