Desde la confirmación de los primeros casos en Uruguay, UNICEF enfoca sus esfuerzos locales en la mitigación de los efectos secundarios que la emergencia sanitaria ha tenido en los niños, niñas y adolescentes, así como en apoyar al Estado en la protección de los más vulnerables al brote.
La organización ha solicitado a su central de suministros en Copenhague, equipamiento de protección para personal médico y de salud abocado a esta emergencia en apoyo al Ministerio de Salud Pública. Así como también ha entregado guantes y alcohol en gel para aproximadamente 5000 asistentes personales que atienden a familias con niños pequeños, niños con discapacidad y adultos mayores a través de la Secretaría Nacional de Cuidados.
Unicef también trabajo con contrapartes del Estado en la distribución urgente de soluciones de higiene y materiales de apoyo sanitario a las comunidades más vulnerables y brinda apoyo al sistema educativo para garantizar que los niños continúen aprendiendo y que a su vez se mantengan seguros los centros escolares una vez reabran.
La asociación ofrece asesoramiento y materiales a las familias, cuidadores y educadores para dar apoyo psicoemocional a los niños, niñas y adolescentes durante la cuarentena y minimizar los efectos secundarios de la pandemia y atiende a niños refugiados y migrantes para garantizar que estén protegidos contra el COVID-19.
Ante esta crisis UNICEF seguirá enfocando sus esfuerzos mundiales en ayudar a los Estados y la sociedad a mantener a los niños saludables; lograr que los más vulnerables tengan acceso a implementos de higiene; asegurarles la continuidad educativa, apoyar a las familias para que puedan cuidar a sus hijos y protegerlos de la violencia, y poner especial atención en los niños refugiados y migrantes, que viven en condiciones de extrema vulnerabilidad.
Se puede colaborar con UNICEF donando a través de unicef.uy o con $200 mensuales llamando al 0908 6469 desde un teléfono fijo, para hacer posible que la ayuda a los niños y niñas más vulnerables siga llegando.