Según este trabajo, publicado el jueves en la revista Cell, hay "una tasa muy alta", entre cien y mil 1000 superior a lo normal, de esta proteína, la calprotectina, en los pacientes graves de coronavirus.
"Nuestros resultados sugieren que la calprotectina podría ser responsable del agravamiento de la covid-19", estimó en un comunicado el principal autor del estudio, el investigador de inmunología Aymeric Silvin.
Muchos trabajos en todo el mundo buscan comprender mejor los mecanismos de la "tormenta de citocinas", una reacción inflamatoria incontrolada y excesiva implicada en las formas graves de coronavirus.
"El fuerte aumento de calprotectina en sangre podría intervenir antes de la tormenta de citocina asociada con la inflamación en pacientes que desarrollan una forma severa", agregó Silvin.
En teoría, se podría detectar a los pacientes con riesgo de desarrollar una forma severa de la enfermedad haciendo test sobre el nivel de calprotectina en su sangre, según el comunicado de los organismos franceses detrás de estas investigaciones (Gustave Roussy, AP-HP, Inserm), en colaboración con equipos extranjeros (Singapur, China, Israel).
Por otro lado, esta pista podría brindar "un enfoque terapéutico inédito", dado que el bloqueo del receptor de la calprotectina podría ayudar a combatir el agravamiento de la enfermedad.
"Estas estrategias deben ser evaluadas con ensayos químicos", dice el comunicado.
El estudio se apoya en el análisis de sangre de 158 pacientes internados en urgencias por sospechas de covid-19.
En los pacientes más graves, además de la alta tasa de calciprotectina, los análisis revelaron un funcionamiento anormal de ciertos glóbulos blancos, lo que debilita la respuesta inmunitaria.
Por lo tanto, hacer analizar estos dos factores en la admisión de un paciente podría ayudar a identificar el riesgo de que adquiera formas más severas.
"El diagnóstico precoz de una forma grave de covid-19 puede realizarse en un tubo de sangre", señaló en el comunicado Michaela Fontenay, quien lidera el servicio de hematología biológica del hospital Cochin de París.
AFP