El Gobierno sueco reaccionó tarde contra la pandemia de coronavirus, introdujo pocas restricciones y dependió demasiado de la Agencia de Salud Pública, a la que otorgó demasiado poder, concluyó en su informe final, presentado este viernes, una comisión impulsada por las autoridades.

Esa comisión ya había apuntado en dos informes parciales publicados en diciembre de 2020 y octubre de 2021 aspectos como la gestión "lenta" y "deficiente" del Gobierno y considerado un "fracaso" la protección de las residencias de ancianos contra el coronavirus.

Suecia, el más castigado entre los países nórdicos, apostó inicialmente por muchas recomendaciones, pero con la segunda ola en otoño de 2020 y después de recibir críticas, introdujo restricciones, aunque menos que en otros países europeos.

La comisión concluye que basar la estrategia sueca en la voluntariedad fue acertado, pero que eso no debería haber impedido al Ejecutivo rojiverde en minoría adoptar también "medidas más fuertes y rápidas" en el inicio de la pandemia para frenar la transmisión del contagio.

Así critica, por ejemplo, que no se fijara un tope máximo de 50 personas para las reuniones públicas hasta finales de marzo de 2020, que no se cerraran los centros comerciales ni la restauración y que la prohibición de entrada al país fuera tardía.

"El Gobierno no puede por tanto evitar la responsabilidad máxima por las inicialmente pocas y tardía medidas y las consecuencias que eso puede haber tenido para la transmisión comunitaria", consta en el informe.

La Agencia de Salud Pública (FHOM, por sus siglas en sueco) adoptó inicialmente un actitud basada en la evidencia científica, no en la prudencia, con un punto de vista "defensivo" sobre las posibilidades de frenar el contagio, escribe la comisión, que culpa a su entonces director general, Johan Carlson, que se jubiló hace unos meses.

Suecia tuvo en los primeros meses una de las tasas de mortalidad más altas por coronavirus en el mundo, debido sobre todo a la muerte de ancianos en residencias, aunque en el recuento provisional, después de dos años de pandemia, se ha ido reduciendo hasta convertirse en una de las más bajas de Europa.

"El contagio asoló las residencias de ancianos y muchos murieron sin ningún pariente a su lado. Debemos recordarlo", dijo en rueda de prensa el presidente de la comisión, Mats Mellin.

Suecia, con una población total de unos 10,4 millones de habitantes, ha registrado hasta ahora 2,44 millones de casos y 17.142 muertos por la covid-19, con un índice de 166,09 fallecidos por 100.000 habitantes.

La mortalidad sueca por coronavirus dobla la de Dinamarca y es cuatro veces más que la de Finlandia y cinco que la de Noruega, pero es inferior a la de países como Portugal, Francia, España, Reino Unido e Italia.

En base a EFE