Un estudio internacional realizado en roedores avala la eficacia del ácido úrico como complemento en el tratamiento del ictus isquémico, un elemento que fue identificado inicialmente por un equipo de investigadores españoles del Hospital Clínic de Barcelona.
Este tipo de ictus ocurre cuando un coágulo sanguíneo bloquea o estrecha una arteria que conduce al cerebro y es el más frecuente: se estima que una de cada cuatro personas mayores de 25 años tendrá un accidente cerebrovascular a lo largo de su vida, y cada año hay más de 12,2 millones de personas que lo sufren en todo el mundo.
Durante las primeras horas del ictus, cada minuto que pasa mueren de media dos millones de neuronas, por lo que, para evitar secuelas importantes o desenlaces fatales, es importante desobstruir y restablecer el flujo sanguíneo lo más rápido posible.
Para avanzar en la investigación, el Instituto Nacional de Enfermedades Neurológicas e Ictus (Ninds, por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos crearon una red de evaluación preclínica, la Stroke Preclinical Assessment Network (SPAN), para preseleccionar las moléculas candidatas a ser testeadas en ensayos clínicos de neuroprotección en el ictus isquémico.
De las terapias evaluadas por SPAN, solo el ácido úrico ha mostrado eficacia en un estudio preclínico (aún en fase de pruebas en animales), una investigación que se presentó recientemente en la Conferencia Internacional del Ictus en Dallas (Estados Unidos).
El ácido úrico es un neuroprotector y facilitador del restablecimiento del flujo sanguíneo que fue identificado por el equipo del doctor Ángel Chamorro en el español Hospital Clínic de Barcelona-Idibaps y transferido a la compañía FreeOx Biotech para su desarrollo como medicamento.
El resultado fue el Ox-01, que tiene concedida una patente en Estados Unidos para su uso en ictus isquémico en combinación con la trombectomía mecánica, un procedimiento estandarizado en los hospitales por el que se accede al trombo que ocluye a un vaso cerebral mediante un microcatéter.
El ácido úrico ya había demostrado beneficio clínico en pacientes con ictus tratados con trombectomía en un ensayo clínico dirigido por Chamorro, que es también asesor científico de FreeOx Biotech, profesor adjunto de la Universidad de Iowa y participante en el estudio de la red SPAN.
“El estudio SPAN se ha llevado a cabo en modelos animales de ictus isquémico realizados en condiciones experimentales con el máximo rigor metodológico, lo que posiciona al ácido úrico y FreeOx en una situación relevante para la validación clínica del Ox-01 en un próximo ensayo clínico en pacientes con ictus tratados con trombectomía”, destacó el doctor Chamorro.
EFE