Trastorno por atracón: revisión cerebral muestra diferencia entre chicas y chicos

Los cerebros de las chicas y los chicos que tienen un trastorno por atracón muestran diferencias clave, según un estudio reciente.

Se trata de un hallazgo importante, aseguran los investigadores, porque ambos sexos luchan contra los trastornos de la alimentación, sin embargo el tratamiento se dirige sobre todo a las chicas.

"Los varones se han excluido de la investigación sobre los trastornos de la alimentación durante décadas", señaló Stuart Murray, profesor asociado de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.

Anotó que la exclusión se origina en la creencia de que era poco común que los varones tuvieran trastornos de la alimentación.

"Como resultado de la exclusión de los chicos y los hombres, hemos desarrollado tratamientos solo mediante el estudio del sexo femenino, que entonces aplicamos a los chicos y los hombres y esperamos que funcionen con la misma eficacia", comentó Murray en un comunicado de prensa de la universidad, recogido por HealthDay News.

Algunos trastornos de la alimentación tienen casi la misma prevalencia entre los chicos y los hombres que entre las chicas y las mujeres. Se acumulan evidencias de que los trastornos de la alimentación son enfermedades del cerebro, y no resultado de la presión social o una falta de voluntad, según los investigadores.

Este equipo de investigación usó los datos de un estudio del desarrollo del cerebro en los adolescentes, que incluyó a más de 11,800 participantes. Los investigadores identificaron a 38 chicos y 33 chicas que tenían un diagnóstico de un trastorno por atracón. Entre todos los jóvenes, los chicos conforman alrededor de un 57 por ciento de los que tienen un trastorno por atracón. Los hombres adultos conforman alrededor de un 43 por ciento de los que sufren del trastorno.

El estudio encontró diferencias significativas en la estructura cerebral entre chicos y chicas.

Los investigadores utilizaron una técnica de neuroimágenes para examinar la densidad de la materia gris en los cerebros de los participantes del estudio, que tenían 9 y 10 años. Compararon lo que encontraron con los de jóvenes de un grupo de control de 74 niños que se emparejaron según la edad, la madurez en el desarrollo y el índice de masa corporal (IMC), que es un estimado de la grasa corporal que se basa en la estatura y el peso.

Las chicas con el trastorno por atracón tenían una densidad elevada en la materia gris de varias partes del cerebro que se sabe que están conectadas con el control de los impulsos y los síntomas del trastorno por atracón.

Los chicos con trastorno por atracón no tenían una densidad elevada en la materia gris en estas áreas.

Esto sugiere que un proceso esencial de la maduración del cerebro, conocido como poda sináptica, quizá sufra alteraciones o retrasos exclusivos en estas chicas, señalaron los investigadores.

"Este estudio sugiere con claridad que cualquier hipótesis neurológica en el trastorno por atracón se debe estratificar según el sexo", planteó Murray.

El estudio amplía trabajos anteriores que sugirieron que el trastorno por atracón está programado en el cerebro desde una edad temprana.

Aunque los nuevos tratamientos, como la estimulación por corriente directa, que se dirigen al cerebro están por llegar, hasta ahora la investigación solo ha incluido a sujetos de sexo femenino.

"Las diferencias en la estructura cerebral entre los chicos y las chicas con trastornos por atracón significan que cualquier tratamiento que se dirija al cerebro se debe evaluar en el sexo masculino, además del femenino", dijo Murray. "De otra forma, quizá nos dirijamos a partes del cerebro en los varones que no necesariamente son anómalas".

Los investigadores planifican evaluar si los cerebros masculinos y femeninos, con sus distintas estructuras, funcionan de forma distinta.

Consideran que este trabajo es un importante primer paso para comprender la neurobiología del trastorno por atracón. También anotaron que se deben incluir varones en los esfuerzos futuros por comprender estos problemas.