Luego de confirmarse los primeros casos de influenza aviar en ejemplares de cisnes de cuello negro en la zona de la laguna Garzón, el monitoreo que están realizando las autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) está centrado en esa zona.
En diálogo con Subrayado, una integrante del equipo de Sanidad Avícola del MGAP confirmó que la mortalidad en los cisnes “sigue creciendo” y que, como otro aspecto a investigar, son las posibles propagaciones a otras especies que se alimentan de aves que puedan estar contagiadas.
La experta recordó que, en otras partes del mundo, precisamente en países del Pacífico, la enfermedad se transmitió a lobos marinos. En esta línea, la técnica apuntó que “existe” el riesgo, pero informó que por eso están “eliminando los cadáveres” de laguna Garzón para “disminuir la carga viral de la laguna” y que otros animales predadores de estas aves “pudieran afectarse”, así como otras aves de algún mamífero.
Finalmente, confirmó que al momento hay una gaviota que está con síntomas, pero que todavía no está confirmado el diagnóstico y que se trabaja a nivel regional en el comité veterinario permanente junto a Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina con el objetivo de coordinar las acciones e intercambiar las experiencias.