La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó esta semana que solo el 83% de los niños del mundo fueron vacunados en 2022 contra el sarampión, lo que significa un aumento de dos puntos porcentuales frente al mínimo de 81% registrado durante la pandemia.
La directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, Kate O’Brien, señaló que, a pesar de esta mejora global, la inmunización infantil contra el sarampión se encuentra por debajo del 86% de 2019.
En los países más pobres el retroceso persiste, con una cobertura contra esta enfermedad altamente contagiosa y que puede ser mortal de solo el 66%, frente al 71% antes de la pandemia.
Cincuenta y nueve países notificaron un total de 80 brotes de sarampión el año pasado, según los datos más recientes.
La experta explicó que una de las razones de las dificultades que se experimentan en la inmunización contra el sarampión es que se trata de una vacuna que se inocula meses después de la primera tanda de vacunas —contra la difteria, tétanos y tos ferina—, que se administran en los dos primeros meses de vida.
La vacuna contra el sarampión se administra, en cambio, entre los nueve y 12 meses, lo que supone un esfuerzo adicional para familias que muchas veces viven en zonas remotas y muy distantes de los centros de vacunación.
EFE