La ola de contagios por la variante ómicron del coronavirus
ha tenido un impacto limitado en las escuelas del mundo, según la Unesco, que
señaló este lunes que solo una docena de países han impuesto un cierre estricto
de los centros, frente a los 40 que lo hicieron hace un año con olas
anteriores.
Gracias a protocolos sanitarios reforzados, la mayor parte de los países, 135,
han logrado mantener la enseñanza presencial, pese al carácter altamente
contagioso de esta nueva variante, mientras que en 25 optaron por prolongar las
vacaciones de fin de año para atajar la ola.
La menor incidencia de esta variante en la enseñanza presencial responde
"al avance de las campañas de vacunación y la experiencia acumulada desde
el inicio de la pandemia", que se traducen en "un nuevo modelo
fundado en la puesta en marcha de protocolos sanitarios en las escuelas",
indicó la directora general de la Organización de la ONU para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay.
Muchos países han optado por una vigilancia reforzada y la adaptación de
medidas en función de la incidencia de la covid, además de por la imposición de
medidas de protección como las mascarillas, el lavado de manos, la ventilación,
la distancia social y el cierre de clases para evitar afectar a
establecimientos enteros.
Pese a esta buena noticia, la Unesco considera que la pandemia tiene un impacto
negativo en los docentes y que ha generado retrasos en el aprendizaje que
todavía no han sido subsanados.
En este sentido, considera importante una ayuda socio-psicológica, un apoyo a
los docentes y recursos financieros para poner en marcha de forma eficaz los
protocolos sanitarios, al tiempo que apela a que se incluya a los maestros
entre los candidatos prioritarios a la vacuna, algo que no sucede en casi un
tercio de los países.
También es necesario ayudar a los alumnos a regresar a la escuela presencial
para superar los retrasos y evitar "consecuencias dramáticas a largo
plazo".
Un estudio de la Unesco elaborado en 11 países muestra que la mitad de los
alumnos no han recuperado el nivel previsto durante el año pasado y la mayoría
de los profesores cree "difícil" dar el apoyo necesario a los alumnos
más vulnerables.
La mitad de los alumnos interrogados reconoce "estrés" por los
cambios provocados en sus escuelas. EFE
EFE