La producción local de medicamentos biosimilares, de origen biotecnológico, le ahorró al sistema de salud de Argentina más de 65 millones de dólares desde 2014 y permitió ampliar el acceso a fármacos de última generación para más pacientes, según un estudio difundido este miércoles.
El Centro de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Universidad ISALUD, a través de un informe facilitado a Efe por el Grupo Insud, especificó que la producción local de medicamentos biosimilares tiene un fuerte impacto en la reducción de los costos para el sistema de salud y en el aumento de la accesibilidad.
Gracias a la sustitución de los medicamentos biológicos de alto costo por productos de "igual calidad" y precios entre el 15 y el 25 % menores, son más los pacientes que pueden acceder a terapias para enfermedades crónicas.
"Desde la introducción del primer biosimilar en Argentina en el año 2014, el sistema de salud nacional tuvo un ahorro directo acumulado de 65,7 millones de dólares en costos de tratamientos", señala el estudio.
En Argentina, más de 35.000 pacientes recibieron este tipo de tratamientos con biosimilares, que son fármacos de origen biotecnológico equivalentes en términos de calidad, eficacia y seguridad a los medicamentos biológicos de referencia y están indicados para enfermedades consideradas de alta necesidad médica.
Entre ellas diversos tipos de cáncer y enfermedades autoinmunes.
A través de la inversión y el desarrollo de la industria biotecnológica local, Argentina se posicionó como "pionera" en Latinoamérica en la investigación, desarrollo y producción de estos tratamientos, con beneficios como la generación de una plataforma nacional de investigación y desarrollo de medicamentos, la reducción de las importaciones y el aumento de opciones terapéuticas para los pacientes, según el comunicado.
Además, se recalca que el país cuenta con tecnología y plantas de última generación que permiten exportar productos "con alto valor agregado y de calidad internacional".
Es el caso de la planta de Mabxience del Grupo Insud, con la que se planea ingresar en más de 52 países, entre ellos Estados Unidos y lugares de la Unión Europea, Asia y África.
En la actualidad, se producen en el país dos anticuerpos monoclonales biosimilares, indicados para el tratamiento del linfoma no Hodgkin, leucemia linfática crónica, artritis reumatoidea, cáncer colo-rectal, cáncer de mama, cáncer de pulmón, cáncer de células renales avanzado, cáncer de ovario epitelial y cáncer de cuello uterino persistente.
También existen varios programas en desarrollo a nivel mundial, con la vista puesta en áreas terapéuticas como hematología, oncología, osteoporosis y pediatría.
Fuente: EFE