La República Democrática del Congo (RDC) incluyó este jueves en el calendario vacunal infantil el fármaco contra la malaria, la primera causa de muerte en los niños congoleños, informaron las autoridades sanitarias locales.

La campaña, iniciada de momento en la zona sanitaria de Kasangulu, en la provincia de Kongo Central (centro) -una de las más afectadas-, contempla la administración en niños de hasta dos años de cuatro dosis de la vacuna R21/Matrix-M, precalificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En declaraciones a la emisora local Radio Okapi, el coordinador provincial del Programa Nacional de Lucha contra el Paludismo (PNLP) en Kongo Central, Nono Koko, calificó la medida como “un gran paso adelante en la lucha contra el paludismo” en la República Democrática del Congo, el segundo país con más casos de malaria del mundo.

El fármaco se suma a otras medidas que ya se vienen aplicando en la RDC, como la distribución de mosquiteras impregnadas con insecticida para combatir el paludismo.

La RDC recibió el pasado junio un lote de 693.500 dosis de la vacuna antipalúdica, que, según Unicef, está destinada a vacunar a los niños de entre 6 y 23 meses. Además de la vacuna, Koko subrayó que las autoridades sanitarias congoleñas trabajan en el desarrollo de otras medidas como la quimioterapia y la prevención de la malaria perenne en lactantes.

Finalmente, el coordinador instó a los padres de niños menores de dos años a vacunar a sus hijos “de forma rutinaria, como se hace con otras vacunas”. “Esto ayudará a los niños a evitar ataques repetidos de paludismo y también a evitar formas graves de paludismo”, argumentó.

La lucha contra la malaria o paludismo, que se transmite a los humanos por la picadura de mosquitos Anopheles infectados, se encuentra en un punto crítico para África, con la esperanza de que la aprobación de la R21/Matrix-M y otra nueva vacuna frene el avance de la enfermedad.

En 2022, el continente acumuló el 94 % de todos los casos de malaria del mundo -la mitad de ellos, en Nigeria, la RDC, Uganda y Mozambique- y el 95 % de todas las muertes, según la OMS.

Los avances para luchar contra esta enfermedad se han estancado desde 2017 debido a factores como la crisis climática, las crisis humanitarias, el poco acceso y la calidad insuficiente de los servicios sanitarios, las barreras de género, las amenazas biológicas como la resistencia a los insecticidas y las crisis económicas globales.

En 2023, la OMS aprobó el despliegue de dos vacunas contra el paludismo, la R21/Matrix-M y la Mosquirix, que desde 2019 ha demostrado una caída del 13 % en las muertes y una reducción sustancial de la malaria grave en Ghana, Kenia y Malaui.

Estas vacunas brindan inmunidad parcial y, cuando alguien ha recibido la vacuna, aún puede contraer malaria, aunque con menor probabilidad y virulencia.

Con información de EFE.