El Ministerio de Salud Pública (MSP) advirtió este lunes acerca de un “inusual aumento” de casos de enfermedad meningocócica en el país. Tras la difusión del comunicado, en el que la cartera da explicaciones y recomendaciones al respecto, el profesor de Infectología Julio Medina ahondó en el asunto a través de X (antes Twitter).
Medina explica que la bacteria Neisseria meningitidis presenta, en realidad, 13 serotipos distintos, y que las infecciones más frecuentes son las producidas por los serogrupos A, B, C, W, X e Y. En ese sentido, puntualiza que el MSP “no aclara cuál o cuáles son los serogrupos responsables de los casos que anuncia”.
El especialista indica que esta bacteria puede dar distintas formas de presentación de enfermedad invasiva. La primera es la meningitis purulenta; la segunda es fiebre sin foco aparente, cuando lo que subyace es una infección en la sangre y meningococcemia con disfunción de múltiples órganos vitales; la tercera presentación, menos frecuente, se da con la infección de alguna articulación o del pericardio, así como neumonía, uretritis, conjuntivitis, endocarditis u otras infecciones.
“El reservorio de esta bacteria somos los humanos”, indica Medina en su posteo. “Coloniza nuestra nasofaringe e incluso el recto o la uretra. Se estima que esto sucede entre un 5-10% de la población. La transmisión es por inhalación de gotitas respiratorias desde una persona infectada (enfermos o portadores sanos), al estar expuesto durante varias horas o a través de contacto más estrecho, como el beso”, agrega.
Luego aclara que menos del 1% de las personas expuestas a la bacteria van a desarrollar una enfermedad invasiva. El período de incubación promedio es de cuatro días, pero puede oscilar entre uno y 10 días, aclara el experto.
Los niños menores de 5 años, las personas que viven en condiciones de hacinamiento, aquellas con una infección respiratoria viral previa, así como aquellas expuestas al humo de tabaco, presentan mayor riesgo de contraer la enfermedad grave. Medina también menciona como factores de riesgo la asplenia anatómica o funcional, déficit de complemento, personas con inmunodeficiencias, contacto con enfermo portador de Neisseria meningitidis, infección por VIH, personal de laboratorio que trabaja con Neisseria meningitidis, viajeros a cinturón meningococcico en África, entre otros. “Sin embargo, también puede afectar a personas sanas sin estos factores de riesgo”, advierte el catedrático.
Luego apunta que, en nuestro país, en 2019 (prepandemia), se registraron 31 casos, de los cuales cuatro derivaron en muertes. “En el comunicado del MSP no dice cuántos casos se han registrado en lo que va del año, para poder visualizar la magnitud del aumento que refieren”, expresa.
Respecto de la vacunación, Medina expone que hay una vacuna que protege contra cuatro serotipos de la bacteria (A, C, W y Y), y otra que protege contra el serogrupo B. En Uruguay, la vacunación está recomendada solo en algunas situaciones especiales, como ser personal de laboratorio, algunos pacientes oncológicos y algunos pacientes con inmunodeficiencias y síndromes específicos, que él detalla en su posteo.
“En alguna de estas situaciones mencionadas previamente, la vacunación que protege contra los serogrupos A, C, W e Y, está financiada por el Estado. En el resto y para la vacuna que protege contra el serogrupo B debe ser adquirida en forma particular, ya sea por el propio usuario o a través del prestador integral de salud”, concluye.
Por su parte, el pediatra e infectólogo Álvaro Galiana destacó que esta no es la época habitual de las enfermedades meningocócicas, que son más bien de invierno y se vinculan con las infecciones respiratorias virales que pueden asociarse después con enfermedad meningocócica.
“Ha habido un aumento de casos y es algo preocupante porque es una enfermedad rápidamente progresiva; en una enfermedad que puede llegar a ser muy grave”, dijo en el programa Arriba gente de Canal 10.
De acuerdo con el especialista, “siempre” esta enfermedad tiene un predominio en niños de edad preescolar y en bebés menores de un año. También se presenta con más frecuencia en adolescentes.
En cuanto a los síntomas, Galiana dijo que este tipo de enfermedades meningocócicas “se asocia con fiebre, pero además para los casos de meningitis hay cefaleas, dolor de cabeza, depresión neuropsíquica; es decir, el niño está como que no reacciona, y eso lo pueden ver las mamás incluso en los bebitos chiquitos, cuando no la miran con la misma calidad de mirada habitual y se los ve decaídos, que no responden bien a los estímulos”.
El pediatra también mencionó que pueden aparecer “petequias” (puntos rojos o morados en la piel), como un indicador específico de esta enfermedad.