Según el boletín de la Dirección General de Salud (DGS), el país, que tiene algo más de 10 millones de habitantes, suma desde que empezó la pandemia 834.638 casos confirmados del virus, de los que más de 24.600 están activos, y 16.965 muertos.
Hasta la fecha Portugal sólo había tenido una jornada sin muertes, el 3 de agosto. La semana pasada hubo tres días en los que el país registró un fallecido.
La cifra de contagios también es baja, aunque el lunes suele haber datos moderados por el efecto del fin de semana. Con todo, está por debajo del pasado lunes (220).
En los hospitales hubo un aumento del número de pacientes ingresados con el virus, que asciende a 365, diecisiete más que el día anterior.
La DGS también actualizó la incidencia a 14 días, que cayó a 70,4 casos por 100.000 habitantes (72,1 el pasado viernes), mientras que el índice de transmisión Rt, que mide el número de personas que contagia un infectado, subió de 0,98 a 0,99.
Portugal se encuentra bajo estado de emergencia, el nivel de alerta más alto, hasta el 30 de abril y esta semana se evalurará si es necesario prorrogar la medida, que parte de la iniciativa del presidente, Marcelo Rebelo de Sousa.
El jefe del Estado ya manifestó su voluntad de que no tenga que renovarse, pero matizó que todo dependerá de la evolución del virus.
También se analizará si es posible avanzar el 3 de mayo a la última fase del desconfinamiento y en qué municipios, ya que los que presenten más riesgo pueden permanecer en la fase actual o incluso retroceder.
Con información de EFE