La policía alemana ordenó el sábado la disolución de una manifestación de unos 20.000 "antitapabocas" en Leipzig, en el este del país, reunidos en un tenso ambiente para protestar contra las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19.


"Invitamos a todas las personas a abandonar inmediatamente" la gran plaza de Leipzig, donde se celebraba la manifestación, tuiteó la policía que habló de 20.000 participantes, una cantidad comparable a protestas ya ocurridas en Berlín.


El municipio había decidido previamente disolver la concentración, justificando su decisión por "infracciones a las condiciones" dictadas para autorizar la celebración de esta manifestación.


Pero según imágenes de la cadena alemana n-tv, hacia las 17H00 locales la mayoría de los participantes seguían en los alrededores de la plaza donde se habían reunidos desde las 13H00, incluso después del anuncio de la decisión.


La mayoría de los manifestantes no respetaba las medidas de prevención: no usaban barbijo y no guardaban la distancia física de 1,5 metros, en una plaza que estaba atestada de gente, constató la AFP.


Los organizadores, una heterogénea agrupación de opositores a las medidas contra la pandemia de covid-19, hablaban de 20.000 participantes.


La policía, ampliamente desplegada por temor a disturbios, intervino en varias ocasiones a través de megáfonos pidiendo respetar las medidas sanitarias.


"Exigimos el levantamiento inmediato de las restricciones a los derechos fundamentales vinculadas a las prescripciones" de las autoridades, insistió por micrófono uno de los organizadores antes del anuncio de la disolución.


"Somos un movimiento pacífico en el que no tienen lugar el extremismo, la violencia, el antisemitismo, y las ideas que desprecian al género humano", añadió.


Anteriores manifestaciones en Berlín habían terminado en disturbios.


La policía de Leipzig temía posibles incidentes, pues había previstas contramanifestaciones en esta ciudad, un bastión de la izquierda radical y anarquista.


Sajonia, el estado regional donde se encuentra Liepzig, es por su parte considerado como un bastión de la extrema derecha alemana, en el que logra desde hace años sus mejores resultados.


Esta manifestación se produce en un momento en el que Alemania registró este sábado un récord de más de 23.000 nuevos contagios diarios de covid-19.


Restricciones como el cierre desde el lunes, y durante un mes, de restaurantes, bares, museos, teatros o gimnasios, suscitaron el descontento de parte de la población.


Fuente: AFP