El texto fue aprobado en primera lectura por 208 a favor y 85 en contra y pasará a manos del Senado el 18 de mayo.
Establece un periodo de transición del 2 de junio hasta finales de septiembre, durante el cual el gobierno puede seguir ejerciendo poderes de policía sanitaria que la oposición y algunos defensores de las libertades públicas consideran exorbitantes.
Asimismo, prevé la creación de un certificado sanitario, digital o en papel, que permitirá asistir a eventos deportivos y otras grandes concentraciones, pero no condicionará el ingreso a restaurantes, cines o tiendas.
Se trata de una medida en línea con el "certificado verde" que la Unión Europea espera que entre en vigor el mes que viene para facilitar los viajes durante las vacaciones de verano.
"El 'pase sanitario' nos permitirá reabrir los lugares que acogen al público, los festivales y las concentraciones", dijo el ministro de Asuntos Digitales, Cedric O. "Sin este 'pase sanitario', tendríamos que esperar mucho más tiempo", añadió.
Para el jefe del partido gubernamental LREM, Stanislas Guerini, este certificado "nos permitirá recuperar nuestras libertades más rápidamente".
Los partidos de la oposición han criticado el proyecto de ley por suponer un riesgo de discriminación, sobre todo porque millones de personas aún no han sido vacunadas.
Incluso algunos diputados habitualmente leales al presidente Emmanuel Macron se opusieron al texto por la falta de detalles sobre cómo se utilizaría el pase, diciendo que el gobierno estaba pidiendo básicamente un cheque en blanco.
El desacuerdo llevó a una derrota inicial del proyecto de ley por 108 votos a favor, 103 en contra y un elevado número de abstenciones.
Pero al final, el proyecto de ley se modificó para acortar el periodo de transición durante el cual el gobierno puede seguir imponiendo restricciones y fue aprobado.
Tras un tercer confinamiento parcial, Francia reabrirá las terrazas de sus cafés, bares y restaurantes el 19 de mayo, con un aforo limitado, así como las tiendas consideradas "no esenciales".
Unos 18,5 millones de personas en Francia han recibido ya una primera dosis de vacuna anticovid, lo que representa más del 35% de la población adulta. Y 8,2 millones han recibido la segunda dosis.
Con información de AFP