Cada hora más de treinta personas mueren por ahogamiento en el mundo, según el primer informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la situación de esta lacra que, alerta, afecta sobre todo a niños y jóvenes, con casi la mitad de los fallecidos por debajo de los 29 años de edad.
El documento, presentado este viernes por la agencia sanitaria de la ONU, advierte que, si se mantiene esta tendencia, de aquí a 2050 podrían fallecer más de 7,2 millones de personas por ahogamiento, principalmente niños, que corren mayor riesgo de ahogarse cuando no están supervisados por un adulto.
No obstante, el organismo asegura que hay datos esperanzadores, ya que la tasa de mortalidad por este tipo de accidente ha descendido un 38% desde comienzos de siglo, un importante logro que atribuye a los esfuerzos de los países para detener este problema de salud evitable.
“La disminución significativa de muertes por ahogamiento desde el año 2000 es una gran noticia que muestra que las intervenciones sencillas y prácticas que recomienda la OMS funcionan”, añadió al presentar el informe el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Países de ingresos bajos y medios, los más afectados
Aunque el descenso de la tasa de mortalidad por ahogamientos ha sido generalizado a nivel mundial, el informe muestra que ha variado mucho por regiones, con la mayor bajada registrada en Europa (68%), y la menor en África (3%).
En 2021, por ejemplo, el mayor número de defunciones por ahogamiento se produjo en la región del Pacífico Occidental (84.000), seguida de las regiones de Asia Suroriental (83.000), África (66.000) y Oriente Medio (35.000).
En total, el informe revela que el ahogamiento fue la causa de que al menos 3 millones de personas perdieran la vida en la última década, con 300.000 de estos fallecimientos registrados en 2021.
Partiendo de estos datos, la OMS advierte que los ahogamientos afectan “de forma desproporcionada” a pobres y marginados, con un 92% de las muertes registradas en los países de ingresos bajos y medios, donde las tasas de mortalidad por esta causa son 3,2 veces superiores a las de los países de ingresos altos.
Medidas de prevención “desiguales” e “insuficientes”
Según el informe, elaborado con datos de 139 de los 193 Estados miembros de la ONU, pese a que la mayoría redujeron las tasas de mortalidad por ahogamiento desde comienzos de siglo, la aplicación de medidas de prevención no ha sido “uniforme”.
Así, sólo el 33% de los países analizados ofrecen actualmente programas nacionales de capacitación sobre salvamento y reanimación, mientras que el porcentaje cae hasta el 22% cuando se trata de integrar clases de natación en sus planes de estudio escolares.
La legislación también permanece como una herramienta “infrautilizada, aunque poderosa”, para la prevención de ahogamientos, pues sólo un 14% de los países disponen de leyes que regulen el vallado de piscinas públicas y privadas con el fin de impedir el acceso no supervisado de menores.
Ante esta situación, la OMS recomienda a la comunidad internacional una mayor inversión en estos planes y leyes que, asegura, podrían salvar la vida de más de 774.000 niños de aquí a 2050, así como evitar que 178.000 víctimas no mortales de ahogamientos sufran lesiones graves que limiten su vida.
Anisia Gil / EFE
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