La creación de nuevas ligas femeninas, como la recientemente clausurada en Arabia Saudí, se presentan como un reclamo de apertura en algunos países, aunque todavía a mucha distancia de lo conseguido por las futbolistas internacionales de Estados Unidos, que han conseguido tener el mismo sueldo que sus homólogos en la selección masculina después de seis años de reclamaciones
El papel que el deporte puede tener para avanzar en materia de igualdad es un argumento recurrente de gobiernos de distintas tendencias, que cada vez más incluyen en sus programas medidas para fomentar la práctica deportiva femenina y aumentan la inversión para ello a pesar de la situación actual de crisis.
Frente a esto y en total contraste se sitúa la postura del régimen talibán, restablecido hace algo más de medio año en Afganistán, donde las mujeres tienen prohibido el deporte y restringida la educación y el trabajo. La excapitana de su selección de baloncesto en silla de ruedas, Nilofar Bayat, pudo salir del país y fue acogida en Bilbao, donde se incorporó al equipo Bidaideak BSR.
LAS FUTBOLISTAS DE EEUU GANAN SU RECLAMACIÓN PARA GANAR IGUAL QUE LOS HOMBRES
Hace quince días las jugadoras de la selección femenina de fútbol de Estados Unidos y la Federación de este país cerraron la disputa que mantenían desde hace seis años por discriminación salarial.
Ambas partes anunciaron un acuerdo por el que las internacionales tendrán el mismo sueldo que los jugadores del equipo masculino y recibirán 24 millones de dólares como indemnización.
La disputa de las jugadoras estadounidenses se inició en 2016 cuando cinco internacionales, Megan Rapinoe, Alex Morgan, Carli Lloyd, Becky Sauerbrunn y Hope Solo, presentaron ante la Comisión de Oportunidades e Igualdad en el Empleo de Estados Unidos (EEOC) por discriminación salarial.
Tres años más tarde, 28 jugadoras de la selección denunciaron a la Federación por los mismos motivos en una corte federal de California (EEUU).
La selección femenina estadounidense ha ganado cuatro Mundiales (1991, 1999, 2015 y 2019), logro desconocido por el equipo masculino, que no logró plaza para el anterior Mundial de Rusia 2018 y debe jugar una fase de clasificación para Qatar .
LA PRIMERA LIGA FEMENINA EN ARABIA SAUDÍ, "UN SUEÑO CUMPLIDO"
Arabia Saudí inauguró el pasado septiembre centros de entrenamiento para niñas y jóvenes del país con el objetivo de promocionar el deporte entre las mujeres y para impulsar la primera liga oficial y la primera selección de fútbol femenino.
El reino, que permitía el deporte femenino con limitaciones siempre respetando la política de separación de sexos, puso en marcha academias deportivas patrocinadas por el gobierno en busca de "talentos", dentro de sus planes de apertura y modernización. El 22 de noviembre inauguró su primera liga de fútbol femenina, con 16 equipos.
Pese a hacerlo sin la presencia de cámaras de televisión ni periodistas, con una difusión mínima dentro del país y con acceso a las gradas solo con invitación, el último 12 de enero la Federación de Arabia (SAFF) quiso calificó la celebración de la competición como "un sueño cumplido".
El 20 de febrero, la selección femenina de Arabia Saudí, entrenada por la exjugadora alemana Monika Staab, disputó por primera vez un partido internacional ante Seychelles, a la que derrotó por 2-0, en un amistoso celebrado en las Maldivas.
LA COPA ÁFRICA ESTRENA ARBITRAJE FEMENINO
La última edición de la Copa África, en la que Senegal se hizo con el título al derrotara Egipto por penaltis (4-2) el pasado 6 de febrero, rompió una barrera más con la designación de una árbitra para ser parte de los equipos arbitrales y dirigir un partido.
La ruandesa Salima Rhadia Mukansanga, árbitra internacional de 33 años, participó el año pasado en los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que se convirtió en la primera mujer de su país que dirigió un encuentro en el Inglaterra-Chile de la fase de grupos.
Primera ruandesa también en formar parte de los árbitros de un Mundial, al participar en el último femenino disputado en Francia en 2019, Mukansanga integró el equipo arbitral del Guinea-Malaui y dirigió el choque Zimbabue-Guinea.
NILOFAR BAYAT, LA HUIDA DE AFGANISTÁN EN BUSCA DE FUTURO Y ESPERANZA
Días después de lograr salir del país tras el regreso al poder del régimen talibán y de ser acogida en Bilbao, Nilofar Bayat, capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas aseguró que ella era "a prueba de que en su país "no hay futuro, ni esperanza, ni nada por lo que volver".
Su imagen dio la vuelta al mundo como la muchos ciudadanos que trataron de subir a un avión para huir del extremismo de los talibanes, que impide practicar deporte a la mujer y obliga a intentar hacerlo en la clandestinidad, en lugares diferentes para no ser descubiertas, como se atrevieron a narrar algunas de las integrantes de su equipo nacional de taekwondo.
"Hace unos meses soñaba con ser campeona, no solo en competiciones internacionales sino también en los Juegos Olímpicos, pero ahora me tengo que quedar en casa y ni siquiera puedo ir al club", dijo a EFE Farzana Frotan, para quien su participación en el Campeonato del Mundo de Taekwondo de 2015 o su medalla de oro en el Abierto internacional de Tayikistán de 2016 no le han servido para lograr una excepción de los talibanes, en el poder desde agosto.
Con información de EFE
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