Una ley aprobada en 1961 estableció que la interrupción voluntaria de un embarazo era un delito que podía llevar a la cárcel.

Aunque esa ley nunca se aplicó, el ministro de Justicia, Andrew Little, consideró que era necesario cambiarla.

"De ahora en adelante, los abortos serán considerados como una cuestión médica", explicó el ministro en un comunicado.

"Con la ley precedente, las mujeres que deseaban abortar debían superar numerosos obstáculos", recordó el ministro.

Con esta nueva ley, las mujeres podrán obtener "más rápidamente consejo y tratamiento", agregó. La nueva ley fue aprobada por 68 votos contra 51.

AFP