Según este estudio, las empresas que cotizan en la bolsa de Londres se encaminan a tener a finales de este año un tercio de mujeres en sus juntas directivas.
Ese es el objetivo establecido por el organismo de control independiente Hampton-Alexander con el apoyo del gobierno británico.
La proporción de mujeres en los consejos de administración se eleva incluso al 40,8%, un récord histórico, en los grupos del selectivo FTSE-100 (38,9% en 2019), que incluye a las mayores empresas del país.
Pero a pesar de estos avances, los puestos más prestigiosos siguen estando abrumadoramente reservados a los hombres, señala el estudio, que se centró en el período comprendido entre junio de 2019 y mayo de 2020.
Sólo el 13,2% (10,9% el año pasado) de las mujeres ocupan puestos ejecutivos superiores y el FTSE-100 sólo tiene cinco consejeras delegadas.
Son Alison Rose (del banco NatWest Bank), Emma Walmsley (del grupo farmacéutico GSK), Liv Garfield (del grupo de gestión de aguas Severn Trent), Alison Brittain (del grupo de restauración y hostelería Whitbread) y Carolyn McCall (del grupo audiovisual ITV).
Desde junio, ITV ha dejado el FTSE-100 pero la aseguradora Aviva ha nombrado a Amanda Blanc como su máxima dirigente.
"El simple hecho de tener un gran número de mujeres en los consejos de administración no es suficiente para aumentar su número en los puestos ejecutivos", advierte Sue Vinnicombe, profesora de la Universidad de Cranfield y autora del informe.
El "covid-19 debe alentar a las empresas a hacer más para abordar las consecuencias a largo plazo de la pandemia en las carreras de las mujeres. Al prestar más atención a la flexibilidad del trabajo y el bienestar, esta es una oportunidad para avanzar en la adaptación a la diversidad", afirma.
El informe celebra el cumplimiento de los objetivos de mayor representación femenina en los consejos de administración.
Pero "los objetivos deben ir acompañados de medidas para cambiar la cultura corporativa y acelerar el progreso", subraya Alison Kay de EY.
AFP