Una mujer residente en Shanghái, China, fue hospitalizada recientemente luego de una desafortunada concatenación de circunstancias: la ingesta de una comida picante le produjo un violento acceso de tos, movimiento torácico que resultó demasiado fuerte para su débil musculatura.
La mujer, de apellido Huang, les dijo a los médicos que estaba comiendo comida picante y que, en un momento, el alimento le hizo empezar a toser. En su relato, detalló que la tos la sumió en espásticos movimientos, en cuyo transcurso literalmente oyó el ruido de sus huesos al romperse. Tras el crujido del pecho llegaron otros síntomas alarmantes, como un intenso dolor y dificultades para respirar.
“Al principio pensé que era un derrame cerebral o algo así, no esperaba que me doliera tanto. Ni siquiera podía caminar”, dijo Huang a medios locales.
La infortunada mujer logró llegar a un hospital local, donde una tomografía computarizada reveló que tenía cuatro costillas fracturadas. Después de escuchar la historia de la mujer sobre su tos, los médicos realizaron una prueba de densidad ósea que resultó normal. Al examinar a la paciente y realizar más pruebas, un cirujano torácico concluyó que las fracturas óseas habían sido causadas por su mala musculatura.
“Tus costillas se pueden ver claramente debajo de tu piel. No hay músculo para sostener el hueso, por lo que es fácil que las costillas se rompan al toser”, dijo el médico a Huang, y agregó que, a menos que haga algo al respecto, es probable que sufra fracturas similares en el futuro.
La joven tiene una estatura de 171 centímetros y pesa solo 57 kg, y reconoce tener “la parte superior del cuerpo extremadamente delgada”.
Los médicos la mandaron a casa con un corsé y la orden de descansar. Huang asegura que aprendió la lección y que una vez que pueda moverse procurará incrementar su masa muscular.