Por The New York Times | Melinda Wenner Moyer
Hace algunos años, mi mejor amiga me mandó un mensaje de texto para confesarme que estaba preocupada por su forma de textear. Las manos y los dedos le dolían todo el día y la molestia empeoraba cuando usaba su teléfono inteligente. ¿Era posible que textear de manera incesante sobre paternidad y política fuera la causa?
Todavía no existe mucha investigación sobre los efectos que el uso del teléfono inteligente puede tener en nuestro cuerpo. “No sabemos mucho”, opinó Jessica B. Schwartz, una fisioterapeuta que radica en Nueva York y es portavoz de la Asociación Estadounidense de Fisioterapia. Sin embargo, ella y los médicos con los que hablé comentaron que estaban viendo más pacientes que nunca con dolores, así como malestares de articulaciones y tejido blando tales como tendinitis en los dedos, pulgares, muñecas, codos, cuellos, hombros y espalda alta (y que lo más probable es que los teléfonos móviles tuvieran algo que ver).
Cuando texteamos a amigos o navegamos por internet en nuestros teléfonos, a menudo usamos nuestros músculos y articulaciones de maneras que los tensan, indicó Schwartz. Mirar hacia abajo para ver el teléfono, así como sostenerlo en las manos con nuestras muñecas flexionadas mientras nos desplazamos por la pantalla o escribimos requiere que nuestras articulaciones y nuestros músculos hagan cosas distintas a las que dicta su evolución: estar en la misma postura durante mucho tiempo, sostener mucho peso y moverse en repetidas ocasiones en un corto rango de movimiento.
Estas posiciones y movimientos pueden ejercer “presiones indebidas” sobre articulaciones, músculos, tendones y ligamentos “que simplemente no están acostumbrados a permanecer en esa posición durante mucho tiempo”, afirmó Renee Enriquez, una especialista en medicina física y rehabilitación en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, en Dallas. Con el paso del tiempo, estas acciones pueden causar inflamación, lo que podría provocar dolor y otros problemas, mencionó.
No todos los médicos están conscientes de estos riesgos. Cuando mi amiga vio a su médico general sobre el dolor de su mano, la sometieron a rayos X y análisis de sangre y le comunicaron que no tenía artritis. Cuando preguntó si su teléfono inteligente podría estar causando el dolor, su médico aseguró que era poco probable. Después, vio a otro médico, quien descartó el síndrome del túnel carpiano y, al final, acudió a un ortopedista especialista en manos, quien se rio y dijo: “No”, cuando ella le preguntó (de nuevo) si su celular podría estar contribuyendo a su dolor.
Pero Schwartz comentó que los síntomas de mi amiga coincidían con los de la tendinitis (una inflamación de los haces de tejido fibroso que fijan músculos al hueso llamados tendones) o tenosinovitis, inflamación del recubrimiento de la vaina de los tendones. Estudios han relacionado la tenosinovitis del pulgar, que es llamada tenosinovitis de De Quervain, con el uso frecuente del teléfono inteligente. El uso del celular también podría empeorar los síntomas entre personas que ya tienen artritis. La médica me comentó que aunque el llamado “meñique del celular” no es una enfermedad reconocida, usar tu meñique para sostener el peso de tu móvil podría derivar en problemas.
Señales de problemas futuros
Además de los dolores que puede originar la inflamación de ligamentos, articulaciones, músculos, tendones y sus recubrimientos, las personas pueden experimentar lesiones graves por el celular. Jennifer Moriatis Wolf, una cirujana ortopédica de mano en el Centro Médico de la Universidad de Chicago, relató que ha visto a pacientes que se esguinzaron el pulgar por agarrar su teléfono con demasiada fuerza.
El uso frecuente del móvil también puede afectar los nervios. Cuando sostenemos nuestro teléfono frente a nosotros con los codos doblados, comprimimos el nervio cubital (o ulnar), que va del cuello a la mano. Esta opresión puede causar entumecimiento y debilidad en los dedos meñique y anular, señaló Schwartz.
De manera más general, cuando cualquier músculo, tendón o ligamento se inflama debido al uso del teléfono inteligente, se puede hinchar, lo que aprieta los nervios que corren a través de él y genera dolor o entumecimiento, aseguró Enriquez. El uso del celular también podría exacerbar problemas preexistentes en los nervios, tales como el síndrome del túnel carpiano, agregó Wolf. Además, también hay que considerar la tensión que los teléfonos inteligentes pueden causar en tus ojos y la afectación que la luz azul puede generar en tus ciclos de sueño.
“Cuello de texto” es otro término que tal vez hayas escuchado. Considera qué ocurre cuando te encorvas para mirar tu teléfono: en comparación con sostener la cabeza derecha, esta posición agachada incrementa la fuerza que ejercen tus músculos del cuello y las vértebras cervicales en un factor de cuatro o cinco, expresó Jason M. Cuéllar, un médico ortopédico especialista en columna en el Centro Médico Cedars-Sinaí en Los Ángeles y en el JFK North Hospital en West Palm Beach, Florida. Cuéllar indicó que el exceso de fuerza puede debilitar los ligamentos en la columna con el paso del tiempo y causar dolor. Un estudio de 2017 descubrió un vínculo entre textear y el dolor crónico de cuello, hombros y espalda alta, aunque otros estudios no han hallado una conexión.
Las vértebras cervicales de algunos pacientes jóvenes de Cuéllar también están torcidas de maneras anormales. También opinó que esto podría estar relacionado con el uso frecuente del teléfono inteligente y podría incrementar el riesgo de problemas de espalda. “Creemos que esto causa una degeneración acelerada de los discos”, señaló, en referencia al deterioro de los discos vertebrales, pequeños amortiguadores que se encuentran entre las vértebras para ayudarnos a movernos con comodidad. “Estamos viendo más jóvenes, en sus veintitantos y treinta y tantos años, con problemas de vértebras cervicales”.
Cómo aminorar la tensión
¿Qué deberías hacer si tu teléfono te causa dolor o si te preocupa que a la larga pueda hacerlo? Aunque los médicos de mi amiga descartaron la idea de que su celular estuviera vinculado de alguna manera con su dolor de manos; a la larga, se deshizo de su teléfono inteligente de gran tamaño y compró uno más pequeño para ver si eso le ayudaba. También comenzó a usar una opción de dictado para reducir el esfuerzo en sus dedos. Su dolor desapareció con rapidez.
Schwartz estuvo de acuerdo en que cambiar a un móvil más pequeño y más ligero podría ser una buena idea si tienes manos pequeñas y que la herramienta de dictado puede aminorar el dolor al reducir la tensión en los dedos. Ella y Enriquez también recomendaron los sujetadores y soportes como los fabricados por PopSocket y Moft, que pueden eliminar gran parte de la tensión de sostener un celular con los dedos; en específico, con los pulgares. Cuéllar mencionó que podría ser útil usar un soporte que sostenga tu teléfono al nivel de los ojos, para que no tenses tu cuello al verlo.
Si experimentas mucho dolor, es buena idea ver a un fisioterapeuta o a un médico especializado, como un ortopedista o un especialista en medicina física, ya que ellos pueden recomendar tratamientos y estiramientos, indicó Schwartz. “Si detectas estas cosas en etapas tempranas, no tienden a volverse crónicas”, puntualizó.
No obstante, si algo te produce dolor, la solución más simple es dejar de hacerlo en exceso. En otras palabras, concluyó Wolf, “el mejor consejo sería: suelta tu teléfono”. Trabajadores de la salud afirman que están viendo más que nunca pacientes con dolor y padecimientos de las articulaciones en manos, cuello, hombros y espalda alta, y que lo más probable es que los teléfonos móviles tengan algo que ver. (Javier Jaén/The New York Times)