Los adultos mayores que toman complementos de vitamina D para mejorar su salud ósea y evitar las fracturas están desperdiciando su tiempo y su dinero, constató un nuevo estudio de gran tamaño.
Estos complementos no hicieron nada por reducir su riesgo de fracturas óseas, encontraron los investigadores en un ensayo aleatorio que evaluó la vitamina D contra un placebo.
"En los adultos en general sanos, estos resultados no respaldan el uso de los complementos de vitamina D para reducir el riesgo de fracturas" comentó la investigadora principal, la Dra. Meryl LeBoff, jefa de la Sección de Calcio y Huesos del Hospital Brigham and Women's, en Boston, Estados Unidos. "Encontramos que los complementos de vitamina D no redujeron las fracturas en los participantes de EE. UU.".
En el estudio, que se publicó en la edición del 28 de julio de la revista New England Journal of Medicine, más de 25,000 adultos mayores se asignaron al azar para que tomaran 2,000 unidades de vitamina D al día o un placebo, y entonces se le dio un seguimiento promedio de cinco años. La edad promedio de los participantes fue de 67 años.
Ocurrieron casi 2,000 fracturas de huesos entre más de 1,500 participantes durante el periodo del estudio. Pero parece que la vitamina D no tuvo ningún efecto en quién sufría una fractura y quién no.
Casi un 20 por ciento de los adultos de EE. UU. toman actualmente complementos de vitamina D, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo, con frecuencia basándose en unas pruebas de sangre que encuentran que tienen unos niveles "insuficientes" o "deficientes" de vitamina D.
Estos nuevos resultados deben hacer que tanto los médicos como los pacientes cuestionen el valor de las pruebas rutinarias de la vitamina D, apuntó el Dr. Steven Cummings, profesor emérito de la Universidad de California, en San Francisco.
"Los médicos indican pruebas de los niveles de vitamina D de forma rutinaria, y muchos pacientes oyen que están bajos, que están por debajo de cierto nivel", apuntó Cummings, coautor de un editorial que se publicó junto con los hallazgos. "Lo que debíamos saber es si estas personas que tienen unos niveles bajos se benefician de tomar vitamina D. Y la respuesta es que no", reza el texto, según recoge una crónica del reportero especializado Dennis Thompson, publicada en HealthDay News.
El ensayo clínico podría conmocionar al mercado de la vitamina D, que tiene un valor de más de mil millones de dólares en todo el mundo, según los observadores del mercado.
Se pensaba que la vitamina D ayudaba a mejorar la salud ósea porque es esencial para la absorción de calcio del cuerpo, apuntó LeBoff.
"A nivel mecánico, la vitamina D podría respaldar la salud ósea y mejorar la mineralización de los huesos, porque aumenta la absorción del calcio, y un 99 por ciento del calcio se almacena en el hueso", dijo LeBoff, y añadió que los estudios también han mostrado que la vitamina podría afectar al recambio óseo y a la formación de los huesos.
Además, algunas enfermedades de los huesos, como el raquitismo, se han vinculado una deficiencia grave de vitamina D en las personas, anotó Cummings.
La mayoría de las personas obtienen suficiente vitamina D a través de la piel, que la produce cuando se expone a la luz del sol, apuntó LeBoff.
También se encuentra en la leche, los huevos y los cereales complementados con vitamina D, además de en el pescado como el salmón, la trucha y el atún, dijo.
Cummings cree que hay un malentendido fundamental sobre la vitamina D que probablemente fomente todas estas pruebas de la deficiencia de vitamina D.
Su editorial anotó que, cada año, en Estados Unidos se realizan más de 10 millones de pruebas de sangre de los niveles de vitamina D.
"Hay un sistema en el cuerpo que se mantiene en equilibrio con la vitamina D que se consume, la vitamina D de la piel, y las enzimas que la convierten en una forma activa de la vitamina D, llamada D125. El cuerpo mantiene a ese sistema en equilibrio de forma natural", apuntó Cummings.
"Pienso que nos estamos enterando de que la vitamina D no es una vitamina, sino una hormona, y es difícil alterar ese equilibrio, cambiar ese equilibrio de una forma beneficiosa", enfatizó.
LeBoff anotó que este estudio no incluyó a personas con osteoporosis, una deficiencia de vitamina D de origen genético, o a personas muy mayores que vivieran en comunidades residenciales.
En las personas de estos grupos, los complementos de vitamina D podrían ser útiles o esenciales para mantener la salud ósea.
"No haga que su abuelo deje de tomar vitamina D, porque estos hallazgos de verdad se encuentran en adultos de mediana edad y mayores", añadió LeBoff.