El acceso a las licencias pagas por enfermedad salva vidas, muestra una investigación reciente.
El estudio de EE. UU. también encontró que cuando las leyes locales obligaban a las empresas a proveer licencias pagas por enfermedad, esto resultaba en unas tasas más bajas de mortalidad por homicidio, suicidio y causas relacionadas con el alcohol.
Los investigadores también creen que es probable que los aumentos recientes en las tasas de mortalidad (un aumento del 6 por ciento entre 2010 y 2017) entre los trabajadores de EE. UU. se originen en leyes estatales preventivas, que pueden prohibir que los gobiernos locales implementen requisitos de licencia paga por enfermedad.
"Las leyes estatales preventivas que protegen a las ganancias en lugar de a las personas quizá estén acortando las vidas de los estadounidenses en edad laboral", comentó la coautora del estudio, Jennifer Karas Montez, directora del Centro de Estudios del Envejecimiento y las Políticas de la universidad de Syracuse, en la parte norte de Nueva York. "Nos sorprendió lo grande que resultó ser el 'efecto preventivo' contra las órdenes de obligatoriedad de las licencias pagas por enfermedad".
Los investigadores proyectaron que las tasas de mortalidad podrían potencialmente reducirse en más de un 5 por ciento en los grandes condados metropolitanos centrales si ordenaran un requisito de licencia por enfermedad paga de 40 horas al año.
El nuevo estudio examinó los datos de mortalidad de cada condado, sobre las personas de 25 a 64 años, de 1999 a 2019 en Estados Unidos. Los investigadores tomaron en cuenta las tasas de desempleo y la ampliación de Medicaid, y entonces buscaron vínculos entre las tasas de mortalidad y los requisitos de salario mínimo/licencias pagas por enfermedad.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente en línea de la revista American Journal of Preventive Medicine.
En particular, cada hora de licencia paga por enfermedad obligatoria adicional se vinculó con una reducción significativa en las muertes por suicidio y homicidio entre los hombres, además de las muertes por homicidio y relacionadas con el alcohol entre las mujeres, mostraron los hallazgos.
En cuatro condados (el condado de Orange en Florida, y los condados de Bexar, Dallas y Travis en Texas) que intentaron hacer que las licencias pagas por enfermedad fueran obligatorias, solo para que las leyes preventivas de su estado previnieran que tuvieran la autoridad de hacerlo, las tasas de mortalidad entre las personas en edad laboral se habrían reducido en un 7.5 por ciento, encontraron los investigadores.
Estados Unidos es uno de los pocos países desarrollados que no cuentan con una política nacional de licencias pagas por enfermedad, lo que deja a millones de trabajadores con la única opción de ir a trabajar mientras están enfermos o quedarse en casa sin cobrar y arriesgarse a perder el trabajo.
El estudio muestra que, incluso antes de la pandemia de COVID-19, la falta de licencia paga obligatoria fue un factor en un aumento de las tasas de mortalidad entre los adultos en edad laboral.
Los autores del estudio notaron que cuando las personas toman tiempo libre debido a una enfermedad, las probabilidades de dificultades financieras y pérdida involuntaria del trabajo aumentan. Esto puede aumentar las probabilidades de ideación suicida, uso de drogas y otras conductas riesgosas. La exposición a los compañeros de trabajo enfermos también pone a los trabajadores sanos en riesgo.
Hace mucho que se utilizan leyes preventivas, que limitan el poder de los gobiernos de nivel más bajo, para coordinar la creación de políticas nacionales, estatales y locales, o para fijar los estándares mínimos. Tras 2010, las leyes estatales preventivas se ampliaron, y abordaron nuevas áreas de políticas, que incluyen a los estándares laborales, anotaron los investigadores.
El autor principal, Douglas Wolf, profesor de estudios de administración pública, envejecimiento y políticas de la Syracuse, dijo que el nuevo estudio amplía la creciente literatura que apunta a la importancia de las políticas laborales y económicas de los estados para las tasas de mortalidad entre los adultos en edad laboral.
"Las consecuencias de las leyes preventivas frenan la innovación de los gobiernos locales, limitan las oportunidades de ganar un sueldo digno y tomar tiempo libre del trabajo para la atención médica sin repercusiones financieras, elevan el riesgo de mortalidad entre los bebés y los adultos en edad laboral, y contribuyen a las disparidades geográficas" en las tasas de mortalidad, lamentó Wolf en un comunicado de prensa de la revista, recogido por HealthDay News.
Shannon Monnat, coautora y directora del Centro de Investigación en Políticas de la Syracuse, señaló que los hallazgos son una extensión natural de investigaciones anteriores sobre el efecto de las leyes preventivas del salario mínimo en las tasas de mortalidad infantil.