Las Casas Ronald hacen frente a la pandemia con mayor cuidado pero firmes en su cometido

Con la emergencia sanitaria muchos servicios de ayuda comunitaria se vieron perjudicados e incluso interrumpidos.

En el caso de las Casas Ronald, que ofrecen alojamiento y contención a niños y sus familias durante largos tratamientos médicos, esta etapa fue un desafío pero no un freno.

Con mayores protocolos de seguridad tanto la cede en Montevideo como la de Tacuarembó siguieron adelante con sus servicios las 24 horas. Conversamos con la fundación.

¿Cómo ha sido el trabajo desde que empezó la pandemia? ¿Cómo es el protocolo?

Como a todos los uruguayos, en estos meses nuestra realidad cambió completamente y tuvimos que adaptar el funcionamiento de nuestras Casas Ronald para poder seguir ayudando a los niños y sus familias.

Nuestras casas están ubicadas dentro de los predios del Hospital Pereira Rossell y el Hospital de Tacuarembó y allí ayudamos a padres y madres de niños internados, niños en tratamiento médico y embarazadas de riesgo. Les brindamos hospedaje, apoyo y contención en esos momentos tan difíciles.

Nuestras casas son de por sí lugares en los que debemos cuidar al extremo la higiene, ya que recibimos familias que están al cuidado de sus niños, internados en las zonas más delicadas del hospital como el CTI, el área de quemados, oncología, cirugía, etc.

Pero en estos meses además tuvimos que aplicar los protocolos sanitarios impuestos por la pandemia, para cuidar la salud de las familias y también la salud de nuestros equipos.

Para poder respetar la distancia social dentro de nuestras casas debimos reducir el número de personas, tanto los padres como el equipo utiliza tapabocas todo el tiempo e indicamos el uso de alcohol en gel y el lavado de manos asiduamente.

Además, los objetos que entran a las casas pasan por un proceso de desinfección y hemos suspendido las actividades extraordinarias y celebraciones para evitar aglomeraciones.

Hemos tenido un desafío muy importante pero también un gran logro, ya que pudimos mantener las casas en funcionamiento durante todos estos meses de emergencia sanitaria y al igual que siempre, abiertas todos los días, las 24 horas.

¿Cuántas personas han recibido durante la emergencia sanitaria?

Normalmente tenemos dos modalidades de ayuda, hay familias para las que la Casa Ronald es un "hogar lejos del hogar", en el cual tienen todo lo necesario para vivir como en su propia casa. Una cama para descansar, alimento, baños y duchas, elementos de higiene personal y todo lo necesario para hospedarse dignamente y de forma gratuita durante el tiempo que dure la enfermedad de sus hijos.

Otras familias permanecen durante el día, esto sucede por ejemplo cuando niños tienen que esperar para ingresar a una operación, un tratamiento o consulta. En estos casos, utilizan la Casa para comer, lavar la ropa o descansar transitoriamente. En 2019 ayudamos con estas dos modalidades a más de 7.000 familias, en total cerca de 10.500 personas, en ambas Casas Ronald.

Este año, para poder cuidar el protocolo de distancia social obligatoria, ese número ha sido menos, pero igualmente hemos podido ayudar cerca de mil familias en lo que va del año.

Todas ellas llegaron al hospital con angustia y preocupación por sus hijos seriamente enfermos, y además con el miedo y la incertidumbre que provoca la situación de crisis sanitaria.

En esos momentos más que nunca hemos podido brindar un hogar y mantener a las familias cerca; cerca de sus hijos y cerca de los centros hospitalarios.

¿Aumentaron los programas de voluntariado?

Las Casas Ronald tienen un equipo de voluntarios increíbles, que apoyan en todas las tareas con gran motivación y compromiso.

Durante estos meses, hemos suspendido las actividades de voluntariado, en el marco de los protocolos sanitarios. Pero los voluntarios siguen estando en estrecho contacto con nosotros y están ansiosos de volver a sus actividades cuando la situación sanitaria lo permita.

¿Cómo se puede colaborar? ¿Qué tipo de donaciones reciben?

Estamos muy agradecidos por la gran solidaridad de la gente, ya que hasta en los momentos más difíciles hemos recibido muchos ofrecimientos de ayuda y donaciones, de parte de empresas y particulares.

Esta institución funciona gracias al apoyo de miles de personas que colaboran de diversas maneras: donan su tiempo con su trabajo voluntario, se acercan a colaborar en el Gran Día, nos ayudan a través de productos o servicios y con la donación de fondos.

Todos aquellos que deseen sumarse pueden hacerlo ingresando a solidariosdecorazon.org.uy, comunicarse al email [email protected] o llamando al 29044924.

¿Cómo será el nuevo proyecto que la Asociación está construyendo?

Para poder seguir ayudando a más familias, en octubre de 2019 iniciamos la obra de un nuevo proyecto en el Hospital Pereira Rossell, la Sala Familiar Educativa.
Este proyecto tiene por objetivo brindar a niños y familias un lugar especial de descanso, aprendizaje y comunicación dentro del ámbito hospitalario que permita disminuir la ansiedad y el aislamiento que la internación genera.

El proyecto, que consiste en la total refacción de un espacio de 125 metros cuadrados en el 5to piso del Hospital Pediátrico Pereira Rossell, será un lugar especialmente diseñado para los niños, con biblioteca, computadoras, material lúdico pedagógico y juegos didácticos. Además, la sala contará con una zona de descanso especialmente diseñada para los pequeños y sus familias con cocina, baños, duchas y lavadero.

La Sala Familiar Educativa podrá recibir cerca de 6.000 niños por año. Allí se fomentará su aprendizaje a través de actividades de educación formal y no formal y tendrán un espacio para el juego y la recreación y junto a sus familias podrán aprender, divertirse y recargar energías.

La construcción de la Sala se vio enlentecida por la emergencia sanitaria, pero esperamos que pronto la obra pueda ser culminada y que la Sala abra sus puertas.

¿Qué otras acciones están planeando para el futuro?

Otro de nuestros proyectos, que se vio afectado por la pandemia, es el Programa Sanando, un carrito que recorrerá los pasillos del Hospital Pereira Rossell con el objetivo de acercar a los niños que están en sus habitaciones juguetes, libros y juegos de caja, todos elementos de distención para que la internación sea más amigable para los pequeños.

Por supuesto, como el proyecto implica circulación de personas y objetos dentro del Hospital debemos esperar a que la situación sanitaria nos permita comenzarlo.

La idea es una vez más poder contribuir desde nuestra organización, ayudando a los niños que atraviesan una situación de enfermedad y a sus familias.