"Donde necesito la ayuda de los gobiernos europeos, que todavía no he recibido hasta ahora, es en los pedidos", dijo Stéphane Bancel, el presidente de Moderna, en la cadena de televisión francesa BFMTV.
"Se necesitan entre seis y nueve meses desde el momento en que recibimos el pedido y el momento en que somos capaces de entregar las vacunas; hay que comprar las materias primas, las máquinas, contratar colaboradores y formarlos", dijo.
"Cada día que pasa sin recibir el pedido de los gobiernos europeos, es un día que se retrasa el lanzamiento de la vacuna en Europa", advirtió.
En otoño sabremos la eficacia de esta vacuna experimental, "una vez que hagamos un (estudio) fase III", contó Bancel.
"En un escenario optimista, si todo va bien --y hay 50 razones para que haya retrasos-- (...) no es imposible que en el periodo octubre-noviembre" la empresa tenga suficientes datos para juzgar la eficacia de esta vacuna y así depositar el dosier en la agencias de regulación en Europa y Estados Unidos, explicó.
En Estados Unidos, la aprobación podría llevar "semanas en lugar de seis meses", en el marco de un procedimiento acelerado, agregó Bancel, cuya empresa anunció recientemente una asociación con el gigante Lonza para fabricar mil millones de dosis anuales.
En Estados Unidos, "seremos totalmente capaces de suministrar al mercado estadounidense", y Europa será abastecida desde un lugar situado en Suiza", dijo.
AFP