El premio es el mayor galardón otorgado por contribuciones a la moda estadounidense, y en su categoría Hearst, que fundó su compañía hace apenas cinco años, triunfó sobre grandes nombres de la moda: sus rivales eran Brandon Maxwell, el propio Tom Ford, The Row y Marc Jacobs.
"Comparto este premio con mi equipo, porque visión sin ejecución es una alucinación. También quiero compartirlo con mis amigos y mi familia, todos sabemos cuánto sacrifican por nosotros", dijo Hearst, de 43 años, en un comunicado.
"Pero especialmente con todos los demás diseñadores y creadores en estos tiempos, estamos en esto todos juntos. La unión hace la fuerza, y ese es un beso para mi país natal, Uruguay", concluyó la diseñadora, que creció en una estancia en el norte de Uruguay y reside desde hace años Nueva York.
Apenas tres años después del lanzamiento de su marca en 2015, la referencia mundial del lujo LVMH compró una participación minoritaria en la compañía de la diseñadora emergente, un gran éxito para Hearst.
Los diseños de Hearst están anclados en el concepto del lujo sustentable. En la última Semana de la Moda de Nueva York, su colección presentó prendas fabricadas con tejidos naturales, como cachemir reciclado y trozos de antiguas alfombras turcas.
Muchos de sus suéteres, cárdigans, chales y vestidos fueron tejidos a mano por artesanas de Manos del Uruguay, una cooperativa de mujeres tejedoras.
"El verdadero lujo es saber de dónde vienen las cosas, y cómo son hechas", dijo entonces Hearst.
"En materia de moda, debemos regresar al pasado, a la manera en que se hacían antes las cosas (...) Nuestras madres, nuestras abuelas, pero también nuestros ancestros hace mil, tres mil años", reflexionó.
El último diseñador de origen hispano en ganar el premio CFDA fue el brasileño Francisco Costa para Calvin Klein, en 2008.
AFP