En la veintena, usted podía tomar decisiones rápidas, pero ahora parece que tarda mucho más en reaccionar a las preguntas, las decisiones y las dificultades a las que se enfrenta.
No se preocupe, no es que la potencia de su cerebro esté disminuyendo.
Su tiempo de respuesta sí tiende a ralentizarse a medida que envejece, pero un nuevo estudio plantea que no se trata a que la velocidad de procesamiento de su cerebro se esté deteriorando.
Su cerebro sigue siendo igual de ágil que siempre hasta que llega a la sesentena, según un informe que se publicó en la edición del 17 de febrero de la revista Nature Human Behaviour.
¿Por qué, entonces, muchas investigaciones anteriores han llevado a los expertos a creer que la velocidad mental alcanza su punto máximo a los 20 años?
Esto se debe a que su tiempo de respuesta se ve impedido por factores independientes de su agudeza mental ("cognitiva"), apuntó el investigador principal, Mischa von Krause, investigador del Instituto de Psicología de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, según recoge un artículo del reportero especializado Dennis Thompson, publicado por HealthDay News.
"Nuestra investigación muestra ahora que esta ralentización no se debe a una reducción en la velocidad de procesamiento cognitivo", comentó von Krause. "Hasta una adultez más avanzada, la velocidad de la información de procesamiento en la tarea que estudiamos apenas cambia".
Pero uno se hace menos impulsivo con la edad, y los reflejos físicos también comienza a reducirse en la veintena. Esos factores ralentizan la velocidad a la que uno responde al mundo que le rodea, pero no es porque la agudeza de su cerebro se esté reduciendo, apuntaron los investigadores.
"Podemos explicar las reacciones más lentas por el hecho de que las personas se vuelven más cautas en sus decisiones con una edad creciente, es decir, intentan evitar los errores", explicó von Krause. "Al mismo tiempo, también los procesos motores, como presionar las teclas para responder en un experimento, se hacen más lentos con una edad creciente".
En este estudio, von Krause y sus colaboradores analizaron los datos de más de 1.2 millones de personas que participaron en un experimento en línea que midió sus tiempos de reacción a una prueba cerebral.
Los participantes tenían que categorizar una selección de palabras e imágenes que aparecían en una pantalla al presionar la tecla correcta en respuesta.
Los tiempos de respuesta comenzaron a ralentizar después de los 20 años, informaron los investigadores.
Pero al analizar los datos más de cerca, los investigadores encontraron que era probable que las respuestas lentas se debieran a factores aparte de la capacidad del cerebro de procesar la información. El proceso mental de decidir cuál respuesta era correcta no comenzó a volverse más lento hasta los 60 años.
"Los autores de estudios anteriores han interpretado en general que los tiempos de reacción más lentos en las personas mayores son evidencia de una reducción en la velocidad cognitiva", apuntó von Krause. "Al aplicar un modelo matemático de los procesos cognitivos subyacentes, pudimos mostrar que unas explicaciones alternativas para las respuestas lentas pueden explicar los datos mejor".
Todo el mundo parece envejecer igual en su capacidad de toma de decisiones, independientemente del sexo, la nacionalidad o la educación. "Las tendencias de edad en la velocidad mental fueron muy similares en todos los subgrupos", apuntó von Krause.
Y solo porque uno sea mayor no significa de forma automática que esté comenzando a fallar, añadió.
"Aunque observamos un deterioro general relacionado con la edad en la velocidad mental, que comienza alrededor de los 60 años, también encontramos una gran variabilidad en la velocidad mental entre los grupos de edad. Es decir, hubo muchas personas mayores que seguían presentando unos niveles muy altos de velocidad mental", señaló von Krause. "El motivo de que algunas personas logren mantener una velocidad mental tan alta incluso en la vejez es un área de investigación futura muy interesante".
Los hallazgos "proveen nueva información para comprender los cambios relacionados en la edad en el funcionamiento cognitivo", dijo David Madden, un profesor de psicología médica del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte, que no participó en el estudio.
El Dr. Malaz Boustani es un científico investigador del Instituto Regenstrief en Indianápolis, y su trabajo se enfoca en el envejecimiento del cerebro. "Envejecer nos plantea la necesidad de ser más cautos y de reducir nuestra imprudencia, pero también nos distraemos más con la información. Entonces, nuestro tiempo de reacción (nuestra velocidad mental) se reduce", apuntó Boustani.
Pero Madden y Boustani anotaron limitaciones del estudio.
Madden comentó que una variedad de tareas cerebrales distintas se deberían utilizar en las pruebas, para determinar cómo los patrones "varían en relación con las demandas perceptuales y atencionales de la tarea". Este estudio utilizó una sola tarea cerebral.
Boustani añadió que el estudio no hizo ningún esfuerzo por "desenredar el efecto de la manifestación temprana de la enfermedad de Alzheimer en la velocidad mental. Entonces, el estudio no puede diferenciar el deterioro en la velocidad mental después de los 60 años por el envejecimiento cognitivo frente a las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer".