Athar Rasheed, un joven directivo de televisión en India, sufría una calvicie incipiente. Decidió someterse a un trasplante capilar con la esperanza de ser más atractivo y casarse, pero este procedimiento le costó la vida.
Las mujeres han sido juzgadas por su apariencia desde hace milenios, pero en una sociedad india cada vez más materialista, los hombres tienen mucha presión para verse jóvenes y presentables, por miedo a perder su estatus social.
Cada vez más hombres con calvicie precoz optan por un trasplante de pelo, en una sociedad donde los individuos gozan de mayores ingresos y la importancia de la apariencia aumenta.
Pero este sector está muy poco regulado y el procedimiento, que a veces corre a cargo de aficionados que se entrenan en YouTube, puede tener consecuencias fatales.
Rasheed, que tenía 30 años, era el sostén de su familia y aspiraba a una vida mejor, a tener una casa y a que sus dos hermanas se casaran. Pero tras realizarse un trasplante de pelo en una clínica en Nueva Delhi el año pasado, desarrolló una sepsis, contó a AFP su madre, Asiya Begum, de 62 años.
La hinchazón se extendió desde su cabeza al resto de su cuerpo y sufrió una agonía horrible.
“Mi hijo tuvo una muerte muy dolorosa. Sus riñones dejaron de funcionar y todos sus órganos colapsaron”, relató, rompiendo en llanto.
La familia interpuso una querella, basándose en fotos que muestran la cara hinchada de Rasheed y erupciones cutáneas negras en su cuerpo.
Cuatro personas, incluyendo dos hombres que fueron los que ejecutaron la operación, han sido arrestadas y están a la espera de juicio.
“Recuerdo a mi hijo todos los días y muero lentamente”, comentó la mujer, sentada en el modesto apartamento de una habitación que alquila en un barrio empobrecido de la capital. “Yo perdí a mi hijo, pero no quiero que ninguna otra madre pierda a su hijo por las prácticas fraudulentas de unos cuantos”, señaló.
Un cambio de vida
Cuando el procedimiento es ejecutado por un cirujano con experiencia, un trasplante capilar puede cambiarle la vida a la gente.
Harish Iyer, un activista por la igualdad de derechos, afirmó que los hombres han comenzado a preocuparse más por su aspecto a raíz de ciertos cambios en el estilo de vida. “La necesidad de exhibir juventud y vitalidad tiene un eco en todos los géneros”, dijo Iyer a la AFP.
Al mismo tiempo, los especialistas advierten que llevar una vida sedentaria, el tabaco, una dieta inadecuada y el estrés pueden provocar una pérdida precoz del cabello.
Un trasplante de pelo implica sacar folículos de una zona densa, como la nuca, para implantarlos en la zona afectada por la calvicie.
El médico Mayank Singh realiza hasta 15 cirugías al mes en una clínica muy prestigiosa de un barrio acomodado de Nueva Delhi.
La mayoría de sus pacientes tienen entre 25 y 35 años y buscan casarse o ascender en su profesión, especialmente en trabajos en los que la apariencia importa.
Talleres por YouTube
Singh, que también es secretario de la Asociación de Cirujanos de Restauración Capilar de India, lamentó que los charlatanes le den una mala fama a la industria.
“La gente cree en el mito de que es un procedimiento menor, pero la duración de la cirugía es bastante larga y se extiende entre seis y ocho horas”, explicó Singh. “Implica un montón de anestesia local que tiene que ser administrada en un lapso de tiempo. Si alguien no tiene el conocimiento adecuado, esto se convierte en un procedimiento poco seguro”, señaló.
Alarmada por el creciente número de clínicas que ofrecen este servicio con grandes descuentos, la Comisión Nacional de Medicina de India emitió una advertencia en setiembre.
“Ver un taller en YouTube o en plataformas similares no es un entrenamiento adecuado para iniciar procedimientos estéticos, incluyendo el trasplante de pelo”, señaló. Solamente médicos que tengan una formación adecuada deberían realizar este procedimiento, agregó.
Singh, que es cirujano plástico, dijo que es imperativo que se cumplan las directivas.
El médico tiene una larga lista de pacientes satisfechos, incluyendo su colega Lakshmi Narayanan, quien durante años evitó las reuniones sociales acomplejado por su calvicie.
“Mi pérdida capilar comenzó cuando tenía solo 18 años. Yo evitaba tomarme fotos o incluso mirarme al espejo”, contó a la AFP Narayanan, que ahora tiene 29 años. “Pero ya no. Ahora puedo interaccionar con confianza con la gente y estoy buscando una compañera de vida”, concluyó.
Por Abhaya Srivastava para AFP