La graviola es una fruta tropical, que crece principalmente en América Central, del Sur y el sudeste asiático. Tiene forma de corazón y puede llegar a pesar hasta ocho kilos. Es muy nutritiva y su principal uso es como remedio natural contra infecciones, fiebre, problemas digestivos, diarrea, presión alta y diabetes.

Tiene un sabor ácido y apenas dulce, y puede consumirse de distintas maneras. Ya sea en forma natural como en jugos, helados, mermeladas, y bebidas, según recopila Divando.

Principales beneficios

Ayuda a controlar el peso. Su alto tenor en fibras la vuelve una poderosa aliada en el control del peso. Posee sustancias que retienen agua en el interior del tracto gastrointestinal provocando una sensación de saciedad. Más allá de eso, si se ingiere con otros alimentos, ayuda a reducir el índice glicémico.

Fortalece los músculos. La graviola también posee considerables niveles de potasio, un micronutriente importante en los mecanismos bioquímicos de la transmisión de impulsos nerviosos y de contracción muscular. Por ese motivo, proporciona eficiencia en el movimiento de los músculos esqueléticos, mejorando el desempeño en las actividades físicas y evitando problemas como la fatiga.

Protege los huesos. La fruta es fuente de calcio y fósforo, esenciales en la formación y el mantenimiento de los huesos, evitando y auxiliando en el tratamiento de la osteoporosis. Además, provee zinc, que trabaja ayudando a la vitamina D en la fijación del calcio y demás minerales necesarios para la formació del tejido óseo.

Funciona como diurético. Más del 82% del peso de la fruta está compuesto por agua, lo que, sumado a la presencia de sales minerales como el magnesio y el potasio, ayuda a eliminar líquidos. Debido a eso, el jugo es una excelente fuente de hidratación y puede auxiliar a las personas que tengan dificultades para tomar las cantidades recomendadas de agua.

Mantiene la piel saludable. La vitamina C y otros agentes antioxidantes encontrados en la graviola, como polifenoles, saponinas y flavonoides, ayudan en la hidratación y la prevención del envejecimiento precoz. Los nutrientes actúan eliminando radicales libres y estimulando la producción de colágeno y elastina, que promueven una piel saludable, libre de manchas y de las señales de la edad.