Desde hace décadas nuestra sociedad se ha volcado al mundo farmacológico para tratar de resolver y a veces hasta enmascarar muchos de sus problemas. El consumo de benzodiacepinas ha aumentado con el paso de los años, tanto es así que, hoy, la mayoría de nosotros conocemos a alguien que las consume. Su naturalización llevó a que las escuchamos nombrar reiteradamente en películas y canciones bajo el nombre de "Valium" y "Xanax". En este Portal Explica, con la ayuda de la doctora Noelia Speranza, del Departamento de Farmacología y Terapéutica de la Facultad de Medicina vamos a ahondar en el complejo tema de las Benzodiacepinas.
El descubrimiento de este fármaco, en 1955, fue un gran avance en el rubro farmacéutico, ya que se presentó como una alternativa con un perfil de seguridad mayor que el de los Barbitúricos de gran popularidad hasta el momento. En 1960, la Benzodiacepina se empezó a comercializar bajo el nombre de "Librium", pero luego fue reformulada y puesta en el mercado tres años más tarde con el nombre de "Valium".
En Uruguay, después del tabaco y del alcohol, es la tercera droga más consumida en la población. Se han realizado varias encuestas que evidencian los altos números de prescripción de benzodiacepinas y la duración prolongada de los tratamientos en el territorio uruguayo. Una de ellas reveló que el 86% de los profesionales (psiquiatras y médicos internistas de Montevideo) estaban de acuerdo con que la dependencia a las Benzodiacepinas era un problema importante. Aun así, solo el 13% de los encuestados prescribían benzodiacepinas por menos de cuatro meses. Es decir, el 87% seguía prescribiendo el medicamento por más de que conocían el riesgo que conlleva su uso prolongado.
Esta percepción generalizada del bajo riesgo de las benzodiacepinas ha llevado a un consumo negligente. Si esto estaba sucediendo antes de la pandemia, imaginemos cómo es la situación ahora. ¿Habrá aumentado el consumo de fármacos? ¿Se habrán prolongado los tratamientos con benzodiacepinas? ¿Qué tan supervisado estará esto? Hoy en día, las benzodiacepinas ¿están solucionando o generando nuevos problemas?