La diferencia de estatura entre hombres y mujeres en el norte de Europa en el Neolítico temprano (hace 8.000 y 6.000 años) podría haber estado marcada por factores culturales, según sugiere un artículo publicado este lunes en Nature Human Behaviour.

El estudio defiende que las diferencias de estatura durante este período no pueden explicarse únicamente por factores genéticos y dietéticos.

En el mundo moderno, cultura y salud están directamente relacionadas, pero los antropólogos no saben cómo evolucionó esta relación.

La estatura es un indicador de la salud, y tener una estatura inferior a la esperada en función de la genética puede indicar factores ambientales y/o dietéticos adversos.

Investigaciones anteriores han sugerido que los humanos del Neolítico no alcanzaban su potencial genético de estatura, pero se desconoce cómo esto difería entre regiones y entre sexos.

Para estudiar las diferencias de estatura y sus posibles causas, Samantha Cox y su equipo de la Universidad de Pennsylvania (Philadelphia, Estados Unidos) han analizado datos de 1.535 individuos neolíticos de hace 8.000 y 6.000 años.

De ellos han analizado el ADN antiguo y los isótopos estables (revelan la dieta de los individuos), junto con técnicas de paleopatología (para indicar el estado de salud) y mediciones del esqueleto.

Los esqueletos procedían de cuatro regiones de Europa (Centro-Norte, Centro-Sur, Balcanes y Mediterráneo), y el sexo se clasificó en función del sexo cromosómico o de la morfología esquelética.

El estudio muestra que en el norte de Europa Central había un elevado estrés ambiental en todos los sexos, pero que la estatura femenina era baja a pesar de que las puntuaciones genéticas eran idénticas a las de los varones.

Los autores creen que esto puede indicar una preferencia cultural que favoreció el crecimiento masculino en detrimento del femenino.

Por el contrario, en las poblaciones mediterráneas, la diferencia entre sexos es reducida, lo que sugiere que no existía una preferencia cultural por proteger a los individuos masculinos de los impactos del estrés ambiental.

El equipo concluye que sus resultados demuestran el papel de los factores culturales y ambientales en la determinación de las diferencias de estatura entre sexos a lo largo del tiempo, pero reconocen que sus análisis están limitados por la disponibilidad de datos arqueológicos.

EFE