¿Ayuno intermitente o monodieta de manzana? Influencers en busca de visibilidad en las redes sociales se convierten en conejillos de indias de las dietas de adelgazamiento más populares del momento, una tendencia arriesgada que puede llegar a ser mortal, según especialistas entrevistados por AFP.
“¡Te despiertas, y no comes absolutamente nada, después llega la hora de la comida, y ahí puedes volverte loco y comer todo lo que quieras!”, asegura una joven en un video TikTok, con más de 45.000 me gusta. En la grabación, se la ve comiendo embutidos, papas y bocadillos tras una mañana de ayuno total.
Una influencer francesa recomienda la misma técnica, acompañada de una pastilla que elimina el apetito para la que ofrece un “código promocional”. Unos meses antes, afirmó haber perdido 3 kilos en tres días comiendo solo manzanas.
Son dietas muchas veces extremas y que buscan llamar la atención, lamenta el médico nutricionista Pierre Azam, fundador del observatorio de la obesidad en Francia. Los algoritmos completan este sistema ya de por sí perverso, llevando a los internautas “del régimen X al régimen Y”, señala.
“Las personas, y particularmente los jóvenes que quieren perder peso, se encuentran entre la espada y la pared con una información que a veces es contradictoria o acumulativa”, afirma el médico.
Practicar el ayuno intermitente nocturno, que consiste en hacer una pausa de 16 horas entre la cena y la primera comida del día siguiente, “puede ser interesante”, según el nutricionista Arnaud Cocaul, “pero no es para todo el mundo”.
“No se puede copiar y pegar la misma dieta estereotipada a las personas con sobrepeso debido al estrés, o a las que toman medicación”, señala.
El 95% de las dietas fracasan
El médico Cocaul recibe cada día pacientes “que acumulan kilos y dietas” y recuerda que “el 95% de las dietas están condenadas al fracaso en cinco años”, según un estudio de las autoridades sanitarias francesas. “La gente recupera todo el peso que ha perdido”, agrega.
“La mayoría de las dietas se basan en la prohibición y la frustración, y el cuerpo odia eso”, explica.
Por eso, Cocaul prefiere el programa estadounidense Weight Watchers, que se basa en un enfoque reequilibrador de la alimentación en lugar de prohibiciones.
El médico Azam advierte contra las declaraciones “mortificantes” de ciertos internautas, centrados únicamente en la pérdida de peso “rápida y fácil, sin esfuerzo, a imagen de la sociedad de consumo, sin preocuparse por la salud pública”.
“Nuestro cuerpo está vivo, está lleno de proteínas”, subraya. Con estos regímenes, se corre el riesgo “de perder masa corporal magra, dañando así la constitución de los órganos y desarrollando trastornos hormonales, problemas digestivos y patologías a largo plazo”, advierte.
Al doctor también le preocupa el efecto de este tipo de discursos en personas vulnerables, que pueden caer en “tendencias anoréxicas o bulímicas, con tendencia a trastornos alimentarios”.
En caso de sobrepeso, señala, el primer punto de contacto es el médico de cabecera, o incluso un especialista si es necesario. Pero, sobre todo, los médicos reclaman “una mejor educación nutricional, que empiece desde los primeros 1.000 días de vida, e incluso desde el útero”.
Por Julie Pacorel para AFP