La Unión Europea (UE) avanza en una normativa para regular la donación y el uso de la leche materna, algo que en la actualidad cada Estado miembro legisla a su manera y que afronta obstáculos como la falta de estándares comunes de seguridad o la escasez de donaciones por falta de bancos de leche en algunos países.

Aunque existen normas europeas sobre la donación de sangre o de esperma, los 27 miembros carecen de momento de un marco común aplicable a la leche materna, el alimento que ofrece a los recién nacidos la mejor opción nutricional y la mayor protección inmunológica, según expertos y organizaciones internacionales.

Bruselas propuso el pasado año una nueva legislación sobre sangre, tejidos y células, actualmente en negociación entre las instituciones europeas, en la que se incluiría también la leche materna.

Contactada por EFE, la Fundación Europea para el Cuidado de los Recién Nacidos (Efcni), valoró positivamente la propuesta de la Comisión.

“Esperamos que en el futuro la leche esté regulada por igual en todos los países de la UE. Esto garantizaría unos estándares mínimos y un acceso equitativo a la leche materna segura para los bebés prematuros, enfermos y de bajo peso y contribuiría así a mejorar la salud de estos pacientes tan vulnerables”, indicó la presidenta de Efcni, Silke Mader.

También ayudaría, considera, a promover una dieta para bebés basada en la leche materna y “se podría adoptar un marco regulador uniforme sobre su donación”.

La misma organización subraya la importancia de donar leche humana “segura” y alerta de las donaciones “privadas”, por ejemplo, a través de grupos de madres en Facebook.

En esos casos “no se puede estar seguro” de si la madre tiene alguna infección o cualquier otro virus transmisible, como el VIH, la hepatitis o el virus del Zika.

Además, “las mujeres donantes no deben tomar medicamentos, beber alcohol, ni fumar y deben cumplir con una serie de medidas de higiene antes, durante o después de extraer la leche”, y el transporte del producto se tiene que hacer en bolsas térmicas y sin romper la cadena de frío.

“Estas medidas no se pueden garantizar con donaciones privadas de leche materna. ¿Por qué vamos a arriesgar la salud de nuestros bebés?”, añade Mader.

Bancos de leche en la UE

Los bancos de leche materna son centros especializados que recogen, analizan, procesan, hacen controles de calidad y distribuyen la leche materna.

Hoy, cada Estado miembro regula las donaciones y los bancos de leche a su manera e incluso hay diferencias a veces dentro de un mismo país.

También es desigual el número de bancos de leche materna en los países europeos, con 282 en total, según la Asociación Europea de Bancos de Leche.

Italia, Francia y Alemania están a la cabeza en número, con 39, 36 y 31 bancos respectivamente.

En España hay 16 bancos y 2 más en proyecto.

Entre los países con menos bancos de leche figuran los Países Bajos, Letonia, Estonia, Bulgaria, Portugal o Croacia, con uno solo por Estado y Eslovenia carece de un banco de este tipo.

Propuesta de Bruselas

En el marco de la nueva propuesta de Reglamento sobre la seguridad y la calidad de las sustancias de origen humano, que actualiza la legislación existente en materia de sangre, tejidos y células, Bruselas ha planteado unos estándares armonizados no solo para garantizar la seguridad sino también para hacer más fácil donar leche materna entre los países de la UE.

La propuesta deja en manos de organismos expertos, como el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, el establecimiento de los detalles científicos y técnicos.

Un tema que plantea debate es si se deberá pagar o no a las donantes de leche materna.

El pasado 18 de julio la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo adoptó su posición sobre esa nueva normativa y subrayó la necesidad de clarificar el principio de las donaciones voluntarias y no remuneradas.

Los eurodiputados insistieron en que los países de la UE tendrán que permitir compensar a los donantes o permitirles recuperar los gastos o las pérdidas relacionadas con su participación en las donaciones, aunque subrayaron que la compensación no debe usarse como un incentivo para reclutar donantes, ni conducir a la explotación de personas vulnerables.

También pidieron que los Estados miembros apliquen normas estrictas sobre la publicidad en torno a las donaciones de sustancias de origen humano, que deberían prohibir cualquier referencia a recompensas económicas.

El próximo setiembre el pleno de la Eurocámara votará sobre esta normativa.

A continuación, comenzarán las discusiones con el Consejo, es decir, con los países de la UE, para tratar de cerrar la reforma antes del fin de la legislatura en 2024.

Marta Borrás / EFE