El consumo de tramadol, un potente analgésico de la familia de los opioides ha llegado a adquirir en África una dimensión de epidemia, según advierte la ONU en un informe publicado este domingo
Si en documentos anteriores la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD) se refería a la “amenaza” y el grave problema que suponía la expansión de esta droga, en su informe de este año califica la situación de “epidemia”.
“Las dos epidemias de consumo no médico de opiáceos, una relacionada con el fentanilo en Norteamérica y la otra con el consumo no médico de tramadol en el norte de África, África Occidental, Oriente Próximo y Oriente Medio y el suroeste asiático, siguen planteando importantes riesgos para la salud”, alerta la ONUDD en su Informe Mundial sobre Drogas de 2023.
Esta droga proporciona los efectos analgésicos típicos de los opioides al tiempo que actúa como estimulante, por los que sus consumidores recurren a ella por sus efectos relajantes, pero también para mejorar el rendimiento intelectual y físico, y para quitar el hambre y las necesidades de dormir.
“La epidemia de opiáceos relacionada con el uso no médico de tramadol sigue planteando importantes riesgos para la salud y la demanda de tratamiento para los trastornos por consumo de tramadol está aumentando en algunos países de África”, señala el informe.
Agrega que el problema del uso no médico del tramadol se manifiesta en el elevado número de personas que están recibiendo tratamiento en Egipto, Irak, Nigeria o los Emiratos Árabes Unidos, así como en Liberia, Níger y Sierra Leona.
El reporte recuerda que ese aumento del uso del tramadol, y de sus efectos nocivos, se viene registrando desde hace años y que la prevalencia (el porcentaje de la población que consumió esta droga) es del 1,2 % en África.
Además, en este continente se localizaron la mitad de todas las incautaciones de opioides farmacéuticos entre 2017 y 2021, principalmente debido al uso no médico del tramadol.
EFE