Después de casi cien años de esfuerzos continuados del
Gobierno de Egipto por erradicar la malaria, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) certificó este lunes que el país africano está finalmente libre de
esta enfermedad parasitaria.
El director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, felicitó en
un comunicado a las autoridades egipcias por este logro y se refirió al país
como "una inspiración" para otras naciones de la región de Oriente
Medio y Magreb, donde sólo Emiratos Árabes Unidos y Marruecos han conseguido
anteriormente este hito.
Egipto se suma así a una lista de 44 países y un territorio declarados por la
OMS como libres de malaria.
La organización sanitaria de la ONU exige al menos tres años consecutivos sin
casos locales de malaria para declarar a un territorio libre de la enfermedad.
Los primeros casos de malaria en la zona ya se remontan al Antiguo Egipto,
concretamente en torno al año 4000 antes de nuestra era, de acuerdo con pruebas
genéticas que habrían detectado indicios de la enfermedad en Tutankamón y otras
momias de faraones de la época.
La enfermedad endémica alcanzó su pico en el país en 1942 con un total de tres
millones de casos registrados, en un brote que fue finalmente controlado
mediante el establecimiento de 16 centros de tratamiento y el reclutamiento de
más de 4000 trabajadores sanitarios.
El país sufrió su último brote de malaria en 2014, registrado en la gobernación
de Asuán, el cual fue rápidamente controlado por las autoridades mediante la
identificación temprana y el tratamiento de los casos, el control de los
vectores y la concienciación social.
Propagada por el mosquito anofeles, la malaria o paludismo es una de las
enfermedades más perjudiciales para el ser humano, causando al menos 608.000
muertes en 2022, un 1,81 % menos que en el año anterior pero un 5,26 % más que
en 2019, según el último informe global de la OMS sobre la situación de la
malaria.
EFE