El Estado hebreo fue uno de los primeros países del mundo en lanzar a mediados de diciembre una amplia campaña de vacunación gracias a un acuerdo con el gigante farmacéutico Pfizer, que suministró al país rápidamente con millones de dosis a cambio de recopilar los datos sobre los efectos de sus vacuna desarrollada con la empresa BioNTech.
Esta campaña permitió administrar dos dosis de la vacuna a más del 55% de la población, incluso a cerca del 85% de los adultos, lo que favoreció la reapertura de las cafeterías, bares y comercios, así como una reducción del número de casos de covid de 10.000 a menos de 100 por día.
Pero, en las últimas semanas, los contagios han aumentado a causa de la propagación de la variante Delta del virus, lo que ha obligado a las autoridades a imponer de nuevo algunas medidas sanitarias como el uso obligatorio de la mascarilla en los lugares públicos cerrados.
Ante el avance de la nueva cepa, el Ministerio de Sanidad anunció este lunes que había autorizado la inoculación de una tercera dosis de la vacuna Pfizer a algunas personas que presentan riesgo inmunológico y que no han respondido bien a las dos administradas para protegerse del covid-19.
"Existe una creciente evidencia de que los pacientes con inmunosupresión no desarrollan un nivel satisfactorio de anticuerpos después de dos dosis de la vacuna contra el coronavirus, algunos pueden desarrollar estos anticuerpos después de tres dosis", señaló el Ministerio en un comunicado.
"A la luz del aumento en el número de casos en las últimas semanas y el alto riesgo que representa para los pacientes inmunodeprimidos con enfermedades graves, estos ahora pueden recibir una tercera dosis de la vacuna", agregó la administración sanitaria, que publicó una lista de los tipos de pacientes que pueden requerir una tercera dosis, como los que han tenido un trasplante de órganos.
Con información de AFP