En un establo, un equipo con protección integral rocía una vaca y sus terneros con un pesticida, una escena casi cotidiana en las zonas rurales de Irak, que este año registran niveles récord de fiebre hemorrágica del Congo.

"El número de casos registrados no tiene precedentes", declaró a AFP Haidar Hantuch, funcionario de salud de Dhi Qar, una provincia rural y pobre del sur. "No hay comparación con los últimos años, cuando el número de infecciones se podía contar "con los dedos de una mano", señala.

Desde enero, Irak ha registrado 111 casos confirmados de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) en su población, incluyendo 19 muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La mitad de las infecciones tuvieron lugar en Dhi Qar, donde se crían bueyes, ovejas, cabras e incluso búfalos, potenciales huéspedes intermedios de esta fiebre.

En el pueblo de Al-Bujari, un equipo sanitario desinfecta los animales en la casa donde se infectó una mujer. Vestidos de traje blanco y con lentes de protección, los agentes rocían una vaca y dos de sus terneros con un pesticida que mata a las garrapatas que transmiten la enfermedad.

Según la OMS, la transmisión de esta fiebre hemorrágica al ser humano se produce "por picaduras de garrapatas o por contacto con sangre o tejidos de animales infectados, durante o inmediatamente después del sacrificio".

- "Animales en libertad" -

El virus fue detectado por primera vez en Irak en 1979 y provoca la muerte en un 10 a 40% de los casos. Entre humanos, la transmisión "puede ocurrir después de un contacto directo con la sangre, las secreciones, los órganos o líquidos biológicos de las sujetos infectados", según la OMS. 

Dhi Qar registró 43 casos este año y de ellos ocho murieron. El año pasado solo hubo 16 casos y siete muertos, según Hantuch. Las personas más expuestas son los ganaderos y trabajadores de mataderos.

Para explicar el auge de los casos, existen varias "hipótesis", según el representante de la OMS en Irak, Ahmed Zouiten. 

Entre 2020 y 2021, en plena época del covid-19, las campañas anuales de pulverización fueron suspendidas, por lo que "aumentó la población de garrapatas", señala

Otra explicación es "la multiplicación de pulgas", que inició "unas dos o tres semanas antes", subraya el experto.

"Con mucha precaución, atribuimos parte de este brote al calentamiento global, que ha alargado el periodo de multiplicación de las garrapatas", afirma.

El doctor Azhar al-Asadi, especialista en enfermedades hematológicas en un hospital de Nassiriya, menciona la falta de respeto a las normas de higiene en los mataderos y la presencia de "animales en libertad" en ciertas regiones.

Los casos más graves sufren todo tipo de hemorragias: de la boca, de la nariz, pero también en órganos internos como el sistema gastro-intestinal o el sistema urinario. 

"Se teme que haya un aumento de casos durante el Eid al-Adha debido al aumento de los sacrificios y del contacto con la carne", dijo el médico. Durante esta importante fiesta musulmana, prevista en julio, muchas familias sacrifican un animal para la comida.

Durante décadas, la fiebre ha hecho estragos en los Balcanes, Irán y Turquía. También ha tenido varios picos en Afganistán con 583 casos en 2019 y 184 casos, incluyendo 15 muertes, en 2020, según la OMS.