Una neurocirujana austriaca está siendo investigada por supuestamente permitir que su hija de 13 años taladrara el cráneo de un paciente durante una operación cerebral.

El hecho ocurrió en enero, cuando un hombre de 33 años tuvo que ser trasladado en avión al Hospital Universitario de Graz, en la ciudad austriaca de Graz, tras sufrir un grave accidente en un bosque.

La neurocirujana de guardia, cuyo nombre no se ha hecho público para proteger su privacidad, supuestamente permitió que su hija de 13 años no solo presenciara el procedimiento, sino que perforara un agujero en el cráneo del paciente inconsciente.

Afortunadamente, la operación fue un éxito y el hombre herido pudo volver a llevar una vida normal. Nadie fuera de la sala de operaciones sabía sobre el papel activo de la niña en la operación, pero el secreto se reveló en julio cuando se presentó una denuncia anónima ante la fiscalía de Graz.

Aunque la investigación de este impactante caso está en curso, el hospital de Graz confirmó que la cirujana que realizó la operación y un colega —superior en rango— que la ayudó fueron suspendidos temporalmente. Los dos médicos son sospechosos de exponer a un paciente a graves daños corporales, mientras que los cinco miembros del personal del hospital que estaban con ellos durante la operación están siendo investigados por “no impedir un acto que está penado por la ley”.

Mientras tanto, el paciente a cuyo cráneo perforó la niña de 13 años se prepara para demandar al hospital, alegando que no tenía idea de la participación de la menor en la operación hasta que se enteró recientemente por la prensa.

El hombre dijo que en una primera instancia le sorprendió lo parecido del caso descrito con el suyo, hasta que en julio la policía le informó que él era la víctima.

“Llegas ahí involuntariamente, inconsciente, y te conviertes en un conejillo de indias. No hay otra forma de decirlo... no es posible. No se puede hacer eso”, afirmó Peter Freiberger, el abogado del hombre, en declaraciones recogidas por The Telegraph. “No ha habido ningún contacto, ninguna explicación ni disculpa, nada. Eso es simplemente indigno”, añadió.

Freiberger está intentando ahora acusar a todo el equipo quirúrgico y pedir una compensación para su cliente. El abogado afirma que, aunque la operación fue un éxito, su cliente no ha podido trabajar.

“Hasta el momento, no hay pruebas concretas de que la propia hija haya participado en la operación”, expresaron desde el Hospital Universitario de Graz. Sin embargo, el centro de salud hizo público “el más profundo pesar”, ofreció “sinceras disculpas” al paciente y aseguró que trabaja en el esclarecimiento de la situación.