"Estamos en un momento en el que es interesante ver cómo viene evolucionado la situación", dijo el infectólogo y microbiólogo Álvaro Galiana, en declaraciones al noticiero Telenoche.
El profesional destacó que los tests realizados muestran un número "relativamente aceptable" de infectados. "A menos infectados, menos enfermos", explicó el experto, enfatizando que "no todos los que se contagien se enfermarán, no todos los enfermos se internarán, y no todos lo que se internen requerirán CTI".
Galiana explicó esta situación relativamente buena del Uruguay en cuanto a la enfermedad, en base a dos factores fundamentales. En primer lugar, el "rápido y precoz" cese de las clases, y en segundo lugar, al clima veraniego que se ha dejado sentir en este inicio de otoño.
El científico recordó que la enfermedad tiene un período de incubación largo, por lo que mucha gente contagiada que hasta el momento ha pasado inadvertida, podrá manifestar síntomas en el correr de los próximos días.
"Estos son los días más importantes, porque si bajamos la guardia ahora, pensando que la cosa viene bien, ahí se pude prender todo fuego", advirtió.
Galiana consideró que difícilmente las clases puedan retomarse inmediatamente luego de la Semana de Turismo, porque "va a aparecer el frío y también va a haber más infectados, aunque lo estamos llevando muy bien", enfatizando que el aumento de casos no se esta dando en las cifras catastróficas que se registran en otros países.
"Nadie tiene la bola de cristal, pero estamos viviendo algo que no se está yendo de las manos", expresó.
El experto consideró importante también vacunarse contra la gripe, no porque esta vacuna prevenga el COVID-19, sino porque esta patología y la gripe presentan sintomatología muy similar.
"Hay que prevenir todo lo que sea prevenible", conminó el profesional, subrayando que, a diferencia de años anteriores, en esta ocasión "habrá que rever la modalidad de vacunación", para que la gente no se amontone para ser vacunada. De ocurrir esto último, sería peor el remedio que la enfermedad, ya que se expondría a la población al contagio por coronavirus.
En cuanto a medidas de prevención, destacó el frecuente lavado de manos con agua y jabón, y la limpieza con alcohol en gel cuando estamos en la calle, en el ómnibus u otros lugares donde no es posible lavarse.
Asimismo, relativizó el uso de tapabocas. Para Galiana, este material es "imprescindible para los médicos que van a tratar a potenciales infectados", y útil para personas que ya están enfermas y van a ser asistidas. En cuanto a su uso por personas sanas "no tendría mucho sentido".
En cuanto al uso de guantes, lo consideró positivo pero recordó que debe ser puntual. "Los uso para algo, me los saco y los tiro", ejemplificó. "No tiene demasiado sentido si los tengo puestos todo el tiempo, y con ellos me toco la boca, la nariz".
El médico sí consideró importante y positiva la medida de cambiarse el calzado al llegar a casa, algo que -opinó- debería ser una práctica de siempre y no sólo de ahora, por la amenaza del coronavirus. Desinfectar las suelas con un aerosol virucida puede ser también muy útil.
Pese a todo lo recomendado líneas arriba, el experto insiste en que la mejor medida de prevención es el distanciamiento social.
"Evitar que se junten las personas es central. Si nos dicen que no nos juntemos, no lo hagamos, estemos en la rambla o en el parque. La enfermedad la transmite la gente, no la rambla o el parque", explicó. "Si yo estoy solo caminando en la rambla, ni me infecto ni infecto a nadie. Ahora, si me siento en el murito a charlar con seis personas, es otra cosa", advirtió.
Finalmente, Galiana realizó una advertencia que no está relacionada específicamente con la infectología, pero es de recibo. Apuntó que, durante el confinamiento de los niños, aumenta el riesgo de que estos sufran accidentes domésticos, especialmente porque "los padres también están en casa, pero teletrabajando, Entonces, o se trabaja o se cuida a los niños", sostuvo.